El único gol del encuentro de ida por los cuartos de final del Reducido de la B Nacional entre Brown y Sarmiento, quedó envuelto en duda en cuanto a su legalidad.
Farré, en posición adelantada evidente, toma la pelota tras tocarla Martín Ríos y convierte. El árbitro Nazareno Arasa lo convalida y todo Adrogué protesta.
Aunque el error arbitral parece elocuente, las varias modificaciones en los últimos años a la regla del offside a colaborado para complicar aún más la histórica conflictiva regla 11.
En uno de esos cambios, cuando un jugador adelantado la recibe de un rebote o desvío (en postes o en rivales), seguirá siendo sancionado. Pero las reglas habían equiparado las “pifias” de los defensores a rebotes. Y ahora, la pelota que le llegue al jugador en offside por la acción de un adversario que “deliberadamente juega el balón”, aunque lo haga con un gesto técnico fallido o no lo pueda dirigir, será habilitada.
Visto así, queda a interpretación de Arasa considerar un "gesto técnico fallido", el rebote del Laucha y la convalidación del gol.
Pero esta nueva regla tiene una excepción clave: No habilita si el jugador que tocó el balón inmediatamente antes es el arquero.
De esta manera, NO HAY DUDAS QUE FUE OFFSIDE y que Brown fue perjudicado en un encuentro importante.
Estos errores y "errores" como el penal de Barraza de ayer a Independiente Rivadavia o el de Mastrángelo que le dio el ascenso a Estudiantes de Río IV ya no se debería tolerar en el fútbol profesional dónde clubes, cuerpo técnico y jugadores invierten mucho para llegar a un objetivo que puede ser esfumado en un segundo por el mero "error humano" en época del VAR y la tecnología que, aunque con sus polémicas, son más confiables para el árbitro y los espectadores.
El Show del Sur
Farré, en posición adelantada evidente, toma la pelota tras tocarla Martín Ríos y convierte. El árbitro Nazareno Arasa lo convalida y todo Adrogué protesta.
Aunque el error arbitral parece elocuente, las varias modificaciones en los últimos años a la regla del offside a colaborado para complicar aún más la histórica conflictiva regla 11.
En uno de esos cambios, cuando un jugador adelantado la recibe de un rebote o desvío (en postes o en rivales), seguirá siendo sancionado. Pero las reglas habían equiparado las “pifias” de los defensores a rebotes. Y ahora, la pelota que le llegue al jugador en offside por la acción de un adversario que “deliberadamente juega el balón”, aunque lo haga con un gesto técnico fallido o no lo pueda dirigir, será habilitada.
Visto así, queda a interpretación de Arasa considerar un "gesto técnico fallido", el rebote del Laucha y la convalidación del gol.
Pero esta nueva regla tiene una excepción clave: No habilita si el jugador que tocó el balón inmediatamente antes es el arquero.
De esta manera, NO HAY DUDAS QUE FUE OFFSIDE y que Brown fue perjudicado en un encuentro importante.
Estos errores y "errores" como el penal de Barraza de ayer a Independiente Rivadavia o el de Mastrángelo que le dio el ascenso a Estudiantes de Río IV ya no se debería tolerar en el fútbol profesional dónde clubes, cuerpo técnico y jugadores invierten mucho para llegar a un objetivo que puede ser esfumado en un segundo por el mero "error humano" en época del VAR y la tecnología que, aunque con sus polémicas, son más confiables para el árbitro y los espectadores.
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