Pegó y aprovechó para descansar con la diferencia. En los arranques de cada tiempo, Armenio consiguió convertir y, a partir de esas anotaciones, supo trabajar el partido ante un Argentino de Quilmes que continúa sin mostrar una actuación convincente en el certamen. Los dirigidos por Pedro Monzón agudizaron su mal presente y demostraron que, en este momento, está un escalón por debajo del equipo que comanda las posiciones y es favorito en la lucha por el ascenso.
La conclusión para el Mate es que, a esta altura de la temporada, hay una marcada diferencia entre su producción y la del mejor elenco del torneo. Todo esto en medio de una semana por demás negativa, en la que acumuló dos derrotas, quedó expuesto en medio de muy flojas producciones y se aleja lentamente de las principales posiciones del certamen.
En este caso, en el mediodía del domingo, el encuentro se resolvió bastante rápido. Porque Armenio encontró la ventaja cuando apenas habían transcurridos 12 minutos de juego. La aparición de Hugo Paniagua le resolvió velozmente los problemas al local y supo descansar su producción ante la incapacidad para que la visita le genere real peligro.
Encima de todo, en el inicio mismo del segundo tiempo, los de la colectividad volvieron a pegar. Porque cuando iban apenas 4 minutos, llegó una falta (dudosa la posición, si fue dentro o no del área) y a partir de un penal, José Manuel Caspary anotó el segundo tanto, que le dio absoluta tranquilidad al puntero.
A partir de ese instante, llegaron los cambios, alguna intención de volcarse plenamente a la ofensiva y, con la acumulación de jugadores en esa parte del campo, llegaron algunas posibilidades para un Argentino que, de cualquier manera, nunca estuvo a la altura de las dificultades que presentó el encuentro.
El líder ganó con más comodidad de la pensada y terminó estirando su buena racha, sin derrotas y con cinco puntos de distancia sobre su más inmediato perseguidor. Por el lado de los de la barranca, tercera derrota en los últimos cinco partidos que dejan expuesto su mal momento futbolístico, pero no debe quedarse enganchado con este tema, porque el miércoles se medirá con Dock Sud en el partido reprogramado.
Deportes en Quilmes
Foto Prensa Armenio
La conclusión para el Mate es que, a esta altura de la temporada, hay una marcada diferencia entre su producción y la del mejor elenco del torneo. Todo esto en medio de una semana por demás negativa, en la que acumuló dos derrotas, quedó expuesto en medio de muy flojas producciones y se aleja lentamente de las principales posiciones del certamen.
En este caso, en el mediodía del domingo, el encuentro se resolvió bastante rápido. Porque Armenio encontró la ventaja cuando apenas habían transcurridos 12 minutos de juego. La aparición de Hugo Paniagua le resolvió velozmente los problemas al local y supo descansar su producción ante la incapacidad para que la visita le genere real peligro.
Encima de todo, en el inicio mismo del segundo tiempo, los de la colectividad volvieron a pegar. Porque cuando iban apenas 4 minutos, llegó una falta (dudosa la posición, si fue dentro o no del área) y a partir de un penal, José Manuel Caspary anotó el segundo tanto, que le dio absoluta tranquilidad al puntero.
A partir de ese instante, llegaron los cambios, alguna intención de volcarse plenamente a la ofensiva y, con la acumulación de jugadores en esa parte del campo, llegaron algunas posibilidades para un Argentino que, de cualquier manera, nunca estuvo a la altura de las dificultades que presentó el encuentro.
El líder ganó con más comodidad de la pensada y terminó estirando su buena racha, sin derrotas y con cinco puntos de distancia sobre su más inmediato perseguidor. Por el lado de los de la barranca, tercera derrota en los últimos cinco partidos que dejan expuesto su mal momento futbolístico, pero no debe quedarse enganchado con este tema, porque el miércoles se medirá con Dock Sud en el partido reprogramado.
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