Empate caído del cielo

Los Tristán Suárez y Deportivo Riestra suelen regalar partidos épicos. Como aquel de Copa Argentina que los de Pompeya lo dieron vuelta tras estar 2-0 abajo o aquel gol agónico del arquero Rodrigo Lugo para empatar un partido chivo.

Luego de un año se reencontraron y volvieron a brindar uno de esos partidos que quedan grabados no por el juego en sí, sino por como se dio el resultado. Ah, y quién lo hará con una sonrisa será el Lechero.

Era un poco más el local en un encentro parejo hasta los 36 cuando el árbitro Ignacio Lupani vio falta de Roberto Jara sobre Gonzalo Bravo. Cobró penal y pese a que el uno de Suárez le tapó el remate al propio Bravo, en el rebote la defensa durmió y le permitió al hombre de Riestra marcar el único gol del primer tiempo.

El local comenzó a jugar mejor que el Lechero y a los 9 del complemento marcó el segundo tras otra definición de Bravo. Parecía que era cosa juzgada.

Sin embargo, dos torpezas defensivas de Riestra en el área le permitieron a Juan Martín anotar el empate desde los doce pasos por duplicado -dos penales en contra de Riestra en su cancha no se ven todos los siglos-.

 De otra derrota carente de goles a estar cerca de ganarlo sobre el final fue un cambio abrupto e inesperado para Tristán Suárez que pese a no levantar del todo en lo futbolístico, volvió a convertir, consiguió un punto valioso y apuesta al envión anímico que puede darle este 2-2 que fue un regalo caído del cielo.

El Show del Sur
foto sentimiento Lechero

Comentarios