Fue una noche de emociones en el sur. Primero por el regreso de Julio César Falcioni, presente en el estadio Florencio Sola después de mucho tiempo, aunque estuvo en un palco y no en el banco de suplentes; y, después, por el homenaje a Lautaro Bugatto, juvenil del club asesinado en un caso de gatillo fácil en 2012.
A la hora del juego, el partido tuvo pocos aciertos y varios errores, aunque ninguno tan grosero como el de Renato Civelli, que primero paró mal la pelota y luego se la regaló a Elías Alderete para el gol con el que Chacarita llegó a la igualdad transitoria. Antes, Banfield se había puesto en ventaja con el primer gol de Julián Carranza. El joven de 17 años al que siguen desde el Ajax de Holanda marcó también a los 26 minutos del complemento el 2 a 1 con el que terminaría el partido.
El local tuvo desde el inicio el control de la pelota y los tiempos del partido. También la supremacía en las pelotas paradas, toda una especialidad de los equipos dirigidos por Falcioni.
Para Banfield era la oportunidad de maquillar un semestre magro con un triunfo en su último partido como local en la Superliga. Del otro lado, para Chacarita se trataba de un encuentro para armar un buen epílogo a su paso por la primera división. La sonrisa final fue para el Taladro.
#TNTSports | El momento más emotivo de la noche: la ovación a Julio César Falcioni, que lucha desde hace algunos meses contra un cáncer de laringe 👏👏👏— TNT Sports LA (@TNTSportsLA) 7 de mayo de 2018
#Banfield 🆚 #Chacarita pic.twitter.com/n8aOHMlfN8
A la hora del juego, el partido tuvo pocos aciertos y varios errores, aunque ninguno tan grosero como el de Renato Civelli, que primero paró mal la pelota y luego se la regaló a Elías Alderete para el gol con el que Chacarita llegó a la igualdad transitoria. Antes, Banfield se había puesto en ventaja con el primer gol de Julián Carranza. El joven de 17 años al que siguen desde el Ajax de Holanda marcó también a los 26 minutos del complemento el 2 a 1 con el que terminaría el partido.
El local tuvo desde el inicio el control de la pelota y los tiempos del partido. También la supremacía en las pelotas paradas, toda una especialidad de los equipos dirigidos por Falcioni.
Para Banfield era la oportunidad de maquillar un semestre magro con un triunfo en su último partido como local en la Superliga. Del otro lado, para Chacarita se trataba de un encuentro para armar un buen epílogo a su paso por la primera división. La sonrisa final fue para el Taladro.
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