Martín Campaña había sido uno de los puntos altos de Independiente en el título de campeón de la Copa Sudamericana. Hasta se le recuerda una gambeta peligrosa en la final ante Flamengo en el Maracaná. Sin embargo, el exceso la confianza le jugó en contra y el Rojo pagó con la derrota ante Estudiantes. Fue un blooper, un regalo absurdo al colombiano Otero, quien marcó el 2 a 1 de Estudiantes en el Libertadores.
Grave por las consecuencias: el equipo de Holan está fuera de la zona de la clasificación a la Libertadores. Además, el balance 2018 indica apenas un punto sobre seis de local (el miércoles último apenas igualó de local ante Rosario Central). Poco.
Otra realidad es que Independiente no jugó bien. La intensidad de llegadas del primer tiempo no se repitió en el segundo, aunque fue cuando marcó Gigliotti la ventaja inicial. No alcanzó la diferencia mínima, sobre todo por las que se había perdido en la etapa inicial. Meza fue bastante impreciso, Nico Domingo también falló en el primer pase, la presencia de Bustos en ataque (dio la asistencia al Puma) no se completó con seguridad atrás (de su sector llegó el 1 a 1: Iván Gómez definió libre tras un centro) y tampoco el Burrito Martínez (reemplazó al mareado Albertengo) aportó buenas resoluciones. ¿Leandro Fernández? Alternó buenas y malas. Debe aprender a desprenderse de la pelota cuando está rodeado.
El problema del Rojo fue de bajones individuales y de definición, no táctico, ante un Estudiantes ordenado y que asumió con tranquilidad la necesidad de dar vuelta el gol de Gigliotti.
Además de Andújar, pese a que dio rebotes peligrosos en el PT, Estudiantes tuvo un punto alto en Otero, bien para aguantar la pelota en casi todo el partido y definir en el 2 a 1. Aunque lo mejor del Pincha fue lo colectivo. Y Campaña...
Olé
Grave por las consecuencias: el equipo de Holan está fuera de la zona de la clasificación a la Libertadores. Además, el balance 2018 indica apenas un punto sobre seis de local (el miércoles último apenas igualó de local ante Rosario Central). Poco.
Otra realidad es que Independiente no jugó bien. La intensidad de llegadas del primer tiempo no se repitió en el segundo, aunque fue cuando marcó Gigliotti la ventaja inicial. No alcanzó la diferencia mínima, sobre todo por las que se había perdido en la etapa inicial. Meza fue bastante impreciso, Nico Domingo también falló en el primer pase, la presencia de Bustos en ataque (dio la asistencia al Puma) no se completó con seguridad atrás (de su sector llegó el 1 a 1: Iván Gómez definió libre tras un centro) y tampoco el Burrito Martínez (reemplazó al mareado Albertengo) aportó buenas resoluciones. ¿Leandro Fernández? Alternó buenas y malas. Debe aprender a desprenderse de la pelota cuando está rodeado.
El problema del Rojo fue de bajones individuales y de definición, no táctico, ante un Estudiantes ordenado y que asumió con tranquilidad la necesidad de dar vuelta el gol de Gigliotti.
Además de Andújar, pese a que dio rebotes peligrosos en el PT, Estudiantes tuvo un punto alto en Otero, bien para aguantar la pelota en casi todo el partido y definir en el 2 a 1. Aunque lo mejor del Pincha fue lo colectivo. Y Campaña...
Olé
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