Terminó volviéndose otra epopeya de este equipo que supera sus propios límites y lucha a carne viva por mantener en la categoría a Claypole.
La visita a Muñiz en el Municipal de Pilar era un duelo clave entre dos equipos que luchan por escaparle a la desafiliación, por eso se vio un partido áspero, trabado, de meter y correr mucho.
Luego de un primer tiempo cerrado, en el complemento Muñiz se despertó y aprovechó una siesta defensiva del Tambero para marcar el 1-0 a los 8 minutos por intermedio de Pulido.
Fue una daga al corazón. Herido, pero no vencido fue el conjunto de Baillé a buscar la paridad ante un Rayo Rojo que se cerró en prácticamente un 4-5-1 y complicó el ataque del visitante.
Pero este Claypole sabe de jornadas heroicas y en el minuto 50 consiguió que Dreer peine un centro del eterno caudillo Matías Cejas y consiguiera una igualdad que se gritó con el alma en Pilar y en el sur.
Es verdad que la idea era descontarle tres puntos a Muñiz, pero como se presentó el partido, el empate logra que el equipo de San Miguel se mantenga a una distancia de 8 puntos y no se haga inalcanzable para el Tambero.
Vale el punto entonces, por lo que se luchó, lo que se sufrió y por que en el fútbol también se necesita algo de mística para lograr los objetivos y a este Claypole, crealo, le sobra.
Texto: El Show del Sur
Fotos: Prromiedos, archivo.
La visita a Muñiz en el Municipal de Pilar era un duelo clave entre dos equipos que luchan por escaparle a la desafiliación, por eso se vio un partido áspero, trabado, de meter y correr mucho.
Luego de un primer tiempo cerrado, en el complemento Muñiz se despertó y aprovechó una siesta defensiva del Tambero para marcar el 1-0 a los 8 minutos por intermedio de Pulido.
Fue una daga al corazón. Herido, pero no vencido fue el conjunto de Baillé a buscar la paridad ante un Rayo Rojo que se cerró en prácticamente un 4-5-1 y complicó el ataque del visitante.
Pero este Claypole sabe de jornadas heroicas y en el minuto 50 consiguió que Dreer peine un centro del eterno caudillo Matías Cejas y consiguiera una igualdad que se gritó con el alma en Pilar y en el sur.
Es verdad que la idea era descontarle tres puntos a Muñiz, pero como se presentó el partido, el empate logra que el equipo de San Miguel se mantenga a una distancia de 8 puntos y no se haga inalcanzable para el Tambero.
Vale el punto entonces, por lo que se luchó, lo que se sufrió y por que en el fútbol también se necesita algo de mística para lograr los objetivos y a este Claypole, crealo, le sobra.
Texto: El Show del Sur
Fotos: Prromiedos, archivo.
Comentarios
Publicar un comentario