SAN TELMO

El cabezazo del paraguayo Roa Jimenez, tras un tiro libre muy bien ejecutado por el loco Acevedo, no solo sirvió para que Telmo se ubicara solo en lo más alto de la tabla, sino para que el abuelo, el joven, la esposa, la novia, el pibe que recién empieza impregnarse de estos hermosos colores festeje, festeje hasta el hartazgo, todavía falta mucho, pero este domingo fue uno de los más lindos de los últimos tiempos, y el que pudo estar se lo lleva en su corazón y mente lo vivido en el Osvaldo Baletto.
Un resbalón por el sector izquierdo una escapada un centro y adentro, para que la gente de Telmo empiece a hacer su parte en el tablón, ganaba Cambaceres con gol de Padin, pero el incesante aliento disimulaba lo que estaba pasando
Doce minutos después, Nahuel Oviedo, hacia que la Isla empiece a creer en que la cosa iba a cambiar rápidamente con su exquisito gol, igualaba el partido, pero todavía había que esperar un tiempo para obtener el premio mayor.
El Pato Franzoni estaba impaciente, y rápidamente, movió el banco y mando a la cancha al paraguayo Roa Jiménez y al loco Acevedo, pero la empresa no daba ganancias hasta que llegó el minuto 35.
Tiro libre para Telmo, frente a la pelota el loco Acevedo y el sapito Galeano, y los gritos de Pablo Díaz con el cartel en la mano, cambio, sale el sapito entra Alba.
Quedó el loco solo con la pelota, le habla, la mira y la manda para que la Isla estalle en un solo grito, hubo dos festejos, el loco por un lado el paragua por el otro (el gol fue del paragua de cabeza), pero el festejo fue tan grande como las lagrimas del loco Acevedo que se caían mientras corría a festejar.

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