RACING

Racing se recompuso de la paliza que le había dado Newell's y le ganó con autoridad a Sarmiento en Avellaneda. Milito y Camacho hicieron los goles de la Academia, que, pese al agónico descuento de Tobias Figueroa, demostró haber dejado atrás lo que pasó en Rosario.
Un tropiezo no es caída, dice el refrán. Y Racing le hace honores: a una semana del 0-3 contra Newell's, los de Cocca le ganaron con autoridad a Sarmiento y se levantaron rápido de la paliza futbolística que le habían dado en Rosario. Milito y Camacho hicieron los goles de la Academia, que volvió a vibrar de la mano de un capitán sin fronteras.
Las modificaciones le vinieron bien al equipo. Incluso la obligada, de Cerro por Videla (lesionado), funcionó a la perfección. Porque aun sin tener demasiado la pelota Racing lastimó como en los viejos tiempos. El cambio de ritmo fue fundamental: así provocó el error de Sarmiento, poco acostumbrado a lidear con delanteros de la talla de Milito o Bou. Fue justamente el capitán el que, apoyado en su experiencia, anticipó a todos en el área para marcar el 1-0 a los cinco minutos del primer tiempo y llevarle tranquilidad a un Racing que todavía no se olvidaba de lo que le había pasado en Rosario.
En el medio estuvo la clave del partido. Allí se hicieron fuertes Acevedo y Camacho, aparte del ya mencionado Cerro, claro. Y allí también cometió los errores Lippi. Porque está bien que Sarmiento no tenga la jerarquía de Racing, pero sí tiene material como para complicarlo. Nico Sánchez es un buen ejemplo: pícaro, rápido y habilidoso, hubiera sido una ficha fundamental unos metros más adelante y sin la obligación de hacer la banda, algo que evidentemente no siente. ¿Por qué, entonces, intentar sacarle agua a las pierdas?
Desde la mitad de la cancha, también, Racing generó el segundo, que terminó firmando Camacho con una palomita tras una linda jugada colectiva. Todavía no había terminado el primer tiempo y el partido parecía estar liquidado. No por el marcador sino porque Sarmiento no mostraba armas como para revertir el resultado. A los de Cocca no le llegaban y, cuando aceleraban, ponían en aprietos a la visita. De hecho, al minuto del segundo tiempo, Bou pudo haber puesto el 3-0, pero su remate se fue rozando el palo izquierdo del arquero Rigamonti.
Ya cuando el encuentro se moría hubo una jugada aislada que decretó el descuento se Sarmiento, un borbollón dentro del área que terminó con el 1-2 de Tobías Figuera. Pero no había tiempo para más. Estaba todo dicho desde hacía rato. Era de Racing, merecía serlo. Para levantarse y volver a andar. Como hace unos meses, cuando se llevaba el título. Ahora vuelve a pensar en la pelea. Cuatro puntos lo separan de Boca, el líder. Y todavía hay un largo camino por delante...

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Goles

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