RACING

Por la sexta fecha del campeonato, Racing empató 1 a 1 con Defensa y Justicia y no pudo extender su racha de sonrisas. Carlos Núñez, en el arranque del encuentro, convirtió el tanto de la Academia. El equipo de Diego Cocca marcha ahora con nueve puntos.
No pudo ser victoria porque un palo y el azar se conjugaron en contra de quien más situaciones había generado a lo largo del duelo. No pudo ser victoria porque la resistencia que custodiaba la transitoria alegría cedió antes de que se consumaran los hechos. No pudo ser victoria porque, en el estadio Norberto Tomaghello, tras haber gobernado el resultado durante casi toda la cita, la Academia no aguantó la ventaja y sufrió un gol a poco del final. Fue entonces empate 1 a 1 ante Defensa y Justicia. Fue entonces un freno al envión que se traía encima.
Una genialidad inauguró la tarde fresca del domingo. Habían pasado apenas algunos segundos cuando Nicolás Sánchez recuperó en campo propio, dejó dos hombres en el camino con una salida elegante y tocó en corto con Oscar Romero. El paraguayo levantó la cabeza y lanzó un pase tan profundo como estético para ponerlo a correr a Carlos Núñez. El uruguayo aceleró a fondo, le ganó la espalda a Esteban Saveljich y definió por encima de Gabriel Arias con una tremenda jerarquía. Sin que se hubieran distribuido los méritos, antes del minuto de juego, el equipo de Diego Cocca estaba arriba en el marcador. Evidentemente, era un comienzo auspicioso para un partido al que le quedaba mucho por delante y en el que no había margen para confiarse demasiado.
La Academia no se distrajo y continuó enfocada en sus deberes. Con Romero parado como enlace, Francisco Cerro se ubicó por la derecha y fue el socio de Ezequiel Videla a la hora de recuperar. Ellos dos fueron los que batallaron contra un mediocampo de tres futbolistas que buscó generar superioridad numérica en la zona del círculo central. De a poco, el dueño de casa se recompuso del sacudón y produjo posibilidades de riesgo. Sebastián Saja apareció una vez, otra vez y otra vez más para ahogar el grito del empate: en la primera, le tapó un tiro a Nery Leyes; en la segunda, contuvo un remate de Eugenio Isnaldo; y, en la tercera, voló de forma maravillosa para detener un cabezazo de Isnaldo. No estaba nada fácil sostener la ventaja.
Sin embargo, Racing transitó ese rato complejo sin mayores consecuencias y fue recuperando la postura. Cerro aportó despliegue para equilibrar la tenencia y Sánchez emergió como una garantía para rechazar buena parte de los centros que llovieron sobre el área visitante. Con espacios, de contragolpe, Gustavo Bou y Núñez estuvieron atentos para lastimar cada vez que se les presentó la chance. Núñez tuvo una corrida por izquierda que no consiguió finalizar de la mejor manera y Romero contó con una ocasión propicia para estampar el segundo. Pero a su zurdazo, de cara al arquero, le faltó pericia para dar en la red. Había que ajustar algunas tuercas para encarar el complemento.
De cara a la segunda mitad, Gastón Díaz reemplazó a Camacho y eso obligó a rectificar el andamiaje táctico. Romero se movió a la izquierda y ya no hubo enlace. La línea de cuatro volantes se acopló a la defensa y los delanteros quedaron descolgados para atacar con muchos metros. Bou cambió el ritmo en la primera que le tiraron larga y pateó con toda potencia. Arias respondió como la acción lo indicaba. Hubo también otros intentos interesantes que carecieron de precisión en el pase final. Defensa y Justicia no abandonó e insistió por los costados. La inteligencia y el corazón de Videla resultaron vitales para soportar la embestida. Axel Juárez pudo haber empatado con un tiro dentro del área pero Saja puso las manos para ofrecer seguridad.
Cocca quiso ganar desequilibrio y mandó al campo a Brian Fernández en lugar de Núñez. Ni bien ingresó, el punta tuvo una ocasión ideal para marcar. En un contragolpe comandado originalmente por Videla, Cerro recibió por izquierda y habilitó al recién ingresado. Fernández le dio como venía y la pelota salió por encima del travesaño. Pero nada estaba terminado todavía y Saja lo sabía mejor que nadie: el arquero debió aparecer dos veces –una ante Sánchez Sotelo y otra en un rebote tras un despeje- para evitar el empate. Para encarar el tramo decisivo, Nelson Acevedo sustituyó a Bou y el equipo se plantó con cinco mediocampistas.
La Academia quiso hacer del oficio su arma para resistir hasta el final pero no lo logró. A los 40, después de un avance que Fernández no concretó, Ciro Rius desbordó por derecha y envió un centro bajo. Julio Rodríguez, que había entrado poco antes, leyó la dirección del buscapié y anticipó para señalar la igualdad. Racing se levantó del mazazo y buscó el triunfo hasta el último suspiro. Romero estrelló un remate en el poste en el descuento y, en una sucesión increíble de rebotes, nadie pudo tocar a la red. Fue empate nomás. El campeón deberá seguir creciendo para no dejar puntos en el camino.

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Los goles

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