Argentino de Quilmes cayó en su visita a CADU por 3-1 y dejo escapar la
chance de quedar solo en la punta del torneo. En un mal partido de
futbol, el equipo de Santangelo brindo una pálida actuación, no pudo
construir juego y perdió el invicto ante un CADU, que si bien no lo
supero en juego, supo aprovechar sus chances.
Comenzó como una tarde rara, el intenso calor de marzo ya resulta incomodo y el día semanal no era el propicio para un partido de futbol. A todo esto, se le sumo la demora por la falta de ambulancia y, por supuesto, la mudanza de estadio. Es que CADU, último en el torneo, no hace de local en Zarate, sino en Pilar. Cosas raras que tiene el futbol.
En este contexto, Argentino de Quilmes salió al Barraza a buscar la punta en soledad del campeonato. Para lograrlo, Oscar Santangelo introdujo dos cambios obligados en la alineación titular respecto del equipo que venció a Argentino de Merlo. Salieron Hermoso y Marclay por lesiones e ingresaron Sayavedra y Spinola.
Desde el comienzo se pudo ver a un Argentino que no estaba cómodo en el terreno. El mediocampo no podía hacer pie, ya que Gauna quedaba muy solo en la recuperación del balón frente a la intensidad del mediocampo de CADU, que parecía que se jugaba la Final de Mundo en cada pelota. El triangulo entre Arias, Sayavedra y Tello no podían construir juego asociado para alimentar a los de arriba que quedaban muy desconectados del resto y por eso los avances se diluían en arrestos individuales.
Aun así, a los 11 el Mate tuvo una de las pocas peligrosas, luego de un desborde de Spinola que Valenti cabeceo desviado. Argentino insinuó. Solo eso. Ya que en la siguiente jugada, CADU aprovecho una desinteligencia entre la zaga y Leguizamon y Martinez la mando a guardar. 1-0 y a remar… Y vaya si lo hizo Spinola! En una jugada aislada, un pase largo de Arias que moría en las manos de Coesta, pero el flaco no la dio por perdida, la punteo y le quedo servida para solo empujarla con el arco libre y poner el 1-1. Lindo regalito de cumple para el hombre de La Plata que jugaba su primer partido desde el arranque en el campeonato.
Lamentablemente, el empate fue solo un espejismo. En el segundo tiempo, Argentino salió dormido, y nuevamente CADU aprovecho, un buen desborde por la derecha, el despeje que quedo corto, y le quedo a Gimenez para ajusticiar a Legui que no puedo evitar el 2-1. Y a remar de nuevo… Las cosas se complicaron aun más cuando Martinez amplió la cuenta. El 3-1 parecía irremontable, no tanto por el resultado en si mismo, ya que había tiempo. El problema era la generación de juego. Casi nula en la mitad de la cancha. Un problema que fue irresuelto en toda la tarde pilarense. Por lo que el Mate solo avanzaba a partir de centros a un Valenti que caía constantemente en posición adelantada y no podía contra la segura defensa local.
Sobre el final llegaron los ingresos de Da Luz e Iglesias para oxigenar el mediocampo y el ataque por los costados. Pero no hubo caso. Era una de esas tardes. La prueba fue la expulsión de Spinola que tuvo una reacción desmedida con un rival y vio los minutos finales desde la boca del túnel.
Borron y cuenta nueva, mas alla que se haya perdido el invicto y dejado pasar la chance de subir a la punta en soledad, el Mate sigue arriba con tres equipos a los que tiene que enfrentar en pocas semanas y a la espera de recuperar a su As de espadas. El plantel sabe de levantarse de caídas y el sábado en casa y frente a su gente que lo va alentar, es la oportunidad de hacerlo.
Fuente
Comenzó como una tarde rara, el intenso calor de marzo ya resulta incomodo y el día semanal no era el propicio para un partido de futbol. A todo esto, se le sumo la demora por la falta de ambulancia y, por supuesto, la mudanza de estadio. Es que CADU, último en el torneo, no hace de local en Zarate, sino en Pilar. Cosas raras que tiene el futbol.
En este contexto, Argentino de Quilmes salió al Barraza a buscar la punta en soledad del campeonato. Para lograrlo, Oscar Santangelo introdujo dos cambios obligados en la alineación titular respecto del equipo que venció a Argentino de Merlo. Salieron Hermoso y Marclay por lesiones e ingresaron Sayavedra y Spinola.
Desde el comienzo se pudo ver a un Argentino que no estaba cómodo en el terreno. El mediocampo no podía hacer pie, ya que Gauna quedaba muy solo en la recuperación del balón frente a la intensidad del mediocampo de CADU, que parecía que se jugaba la Final de Mundo en cada pelota. El triangulo entre Arias, Sayavedra y Tello no podían construir juego asociado para alimentar a los de arriba que quedaban muy desconectados del resto y por eso los avances se diluían en arrestos individuales.
Aun así, a los 11 el Mate tuvo una de las pocas peligrosas, luego de un desborde de Spinola que Valenti cabeceo desviado. Argentino insinuó. Solo eso. Ya que en la siguiente jugada, CADU aprovecho una desinteligencia entre la zaga y Leguizamon y Martinez la mando a guardar. 1-0 y a remar… Y vaya si lo hizo Spinola! En una jugada aislada, un pase largo de Arias que moría en las manos de Coesta, pero el flaco no la dio por perdida, la punteo y le quedo servida para solo empujarla con el arco libre y poner el 1-1. Lindo regalito de cumple para el hombre de La Plata que jugaba su primer partido desde el arranque en el campeonato.
Lamentablemente, el empate fue solo un espejismo. En el segundo tiempo, Argentino salió dormido, y nuevamente CADU aprovecho, un buen desborde por la derecha, el despeje que quedo corto, y le quedo a Gimenez para ajusticiar a Legui que no puedo evitar el 2-1. Y a remar de nuevo… Las cosas se complicaron aun más cuando Martinez amplió la cuenta. El 3-1 parecía irremontable, no tanto por el resultado en si mismo, ya que había tiempo. El problema era la generación de juego. Casi nula en la mitad de la cancha. Un problema que fue irresuelto en toda la tarde pilarense. Por lo que el Mate solo avanzaba a partir de centros a un Valenti que caía constantemente en posición adelantada y no podía contra la segura defensa local.
Sobre el final llegaron los ingresos de Da Luz e Iglesias para oxigenar el mediocampo y el ataque por los costados. Pero no hubo caso. Era una de esas tardes. La prueba fue la expulsión de Spinola que tuvo una reacción desmedida con un rival y vio los minutos finales desde la boca del túnel.
Borron y cuenta nueva, mas alla que se haya perdido el invicto y dejado pasar la chance de subir a la punta en soledad, el Mate sigue arriba con tres equipos a los que tiene que enfrentar en pocas semanas y a la espera de recuperar a su As de espadas. El plantel sabe de levantarse de caídas y el sábado en casa y frente a su gente que lo va alentar, es la oportunidad de hacerlo.
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