Gracias

 Hoy el barrio está un poco más feliz. Burzaco es tierra humilde de hombres y mujeres que le dan pelea a la vida desde las primeras horas del día hasta que la noche no da más de cansancio. Barrio de sacrificios, nunca nos regalaron nada ni lo pedimos tampoco. Somos fuertes y decididos, de corazones azules y respiramos esperanzas y sueños. Por eso no nos sorprende que el histórico ascenso de San Martín a la Primera B  se haya dado así. Con esfuerzo, sufriendo, con el temor del que el objetivo naufrague pero con la explosión, el rugido de gol de un león que disfruta el haber cazado a su presa.



No solo fue el gol sobre la hora del ahora, inmortal Nicolás Renfigue. También fueron los goles de Khalil Caraballo, de Blas Sosa, de Lucas Chiapparo, de Rodrigo Benítez ,de Nahuel Pombo, de Sergio Sanfilippo. Los huevos de Lucas Bandunciel, de Gastón David, de Nahuel Gómez, de Kevin Aquino, de Gabriel Vecchio y las tapadas de Blas Pisano, de Bruno Centeno, de Segio Scurnik. Porque este logro es el sacrificio de todos, los que hoy festejan y los que pusieron el cimiento tiempo atrás. De los que estamos y de los que ya se fueron pero los sentimos cerca, porque honramos su herencia pateando por Alsina cada tarde  que el Azul juega y ahora también, cada noche.



Es el logro de nuestro Pigmalión, Mauricio Benegas, que junto a su cuerpo técnico en silencio, con mucha humildad y laburo fueron construyendo este presente transformándolo de un equipo que se salvó por poco de irse a la D a uno que consiguió un ascenso histórico a la B y que le resta un punto para coronarse campeón.  



Es el crecimiento de club a institución que todavía no llegó a su techo. De una dirigencia que merece sus laureles y reconocimiento por conseguir no solo el objetivo en lo deportivo, sino que dieron un paso más para que Sanma también sea un espejo en que cualquier club debe mirar para progresar.



Hoy el barrio amaneció un pco más feliz, ya habrá tiempo para volver a la dura realidad y al futuro incierto. Hoy es tiempo de destapar una botella y seguir celebrando, de dedicarle una copa a los que se nos fueron de viaje, de brindar con la familia y los amigos, de cantar y bailar con la Azul en la piel. Hoy el partido es nuestro, hoy la alegría es toda de Burzaco. Hoy soy un poquito más feliz. Gracias Sanma, mi amor incondicional.

Por Daiana Kuyumchoglu

Fotos Prensa San Martín

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