Hasta la victoria... siempre

La historia, tantas veces necesaria, tantas ignorada, tantas tergiversada. Esa historia que quizás viviste en cancha de Lanús con tu pibe, que fuiste testigo de como el estadio del Granate se tiñó de Celeste y veía atónito como las manos de Matías Fidel Castro recuperaban una victoria trabajadísima y que parecía diluirse en el final. Esa historia que hace cada vez más grande a Temperley, escribió una nueva página ante San Lorenzo.

El Temperley de la Copa Argentina es tan distinto al de la B Nacional. Mete en todos lados, crea muchas situaciones de peligro, abre la cancha por los costados y gana el medio a dientes apretados.

El gol de Ramiro Costa a los 15 fue parido desde la entrega de Lucas Mancienlli con un centro que fue rechazado a medias por la defensa de San Lorenzo y que encontró de cabeza el goleador gasolero para retumbar el primer grito fuerte en La Fortaleza.

El Cele le perdonó varias veces la vida al Ciclón que en el segundo tiempo se quedó con 10 por la expulsión de Belluschi a los 15.

Pero esta en el ADN del de Turdera el tener que sufrir. Mérito del rival y un poco inseguridad propia, los últimos minutos se metió atrás y cuando tenía el triunfo en su puño, llegó el zapatazo de Blandi, un desvío y el empate en el minuto 90.

Sin embargo, las musas que estuvieron en el Beranger la noche ante Platense se hicieron presente en Cabrero y Arias, inspiraron a Castro que se disfrazó de Crivelli y tapó dos penales para vestirse de vengador y remendar lo que Blandi rompió. Luego Brum no desentonó al resto de sus tres antecesores compañeros y mandó su remate en la red para hacer el relato histórico más épico y mágico.

Hincha del Cele, fuiste testigo de otro triunfo que quedará en el recuerdo eterno de la institución más grande de todas. El trasmutar tanto sufrimiento y angustia en un grito que retumba el país. Temperley está en las semifinales de la Copa Argentina, a dos triunfo de jugar Libertadores. Cuando todo se había puesto oscuro, aparecieron las manos de Castro que parafraseando al Che lo conduzco a este Temperley revolucionario hasta la victoria... siempre.


Mar Val
Fotos Copa Argentina

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