Después de luchar bastante durante los noventa minutos, Argentino de Quilmes se dio el gusto de ganar por primera vez en su cancha en esta temporada. El equipo dirigido por Pedro Monzón cortó la racha de empates que traía de las últimas dos jornadas, al imponerse por la mínima diferencia a un batallador Merlo. Claro que, el gol dejó alguna mínima polémica porque la pelota impulsada por Mariano Martínez apenas pareció pasar la línea de meta. Tres puntos valiosos.
Más allá de rendimientos y actuaciones, está a la vista que el Mate no va a resultar un rival sencillo para cualquiera. Sus ganas y convicciones suplantan la falta de un circuito de juego claro y una idea futbolística que termine de convencer. Por eso, mantiene el invicto sobre cuatro jornadas, es uno de los escoltas del líder y se da el gusto de creer que puede volver a ser protagonista.
Aunque le haya costado mucho poder hacer diferencias, tanto en el trámite como en el tanteador, este Argentino actual fue más que un pálido Deportivo Merlo que apenas se animo a a atacar en la parte inicial y que, urgido por la derrota parcial se adelantó sin criterio y no llegó a tener ninguna situación de peligro clara cuando ya se encontraba abajo en el marcador.
Lo del Celeste tampoco fue superlativo, pero tuvo momentos, jugadas y mejores indicios para creer que la victoria es justa. Hubo cinco minutos de furia en el primer tiempo, con un mano a mano tapado por el buen arquero Alejandro Granero y un balón despejado sobre la raya por Claudio Leguizamón. Más intenso por parte del local fue el cuarto de hora de arranque del segundo. Y a los 15 minutos clavados, después de un envío cruzado que bajó Gastón Grecco por el segundo palo para que Martínez defina dentro del área chica, en medio de la controversia.
Después de eso, el Mate se debatió en liquidar la historia con ataques puntuales, mientras trataba de sostener el resultado con un firme bloque defensivo que, casi sin fisuras, no le dio demasiadas alternativas a un Merlo que fue cayendo en su propia impotencia con el correr de los minutos.
Tres puntos más que suma Argentino en medio de un arranque de torneo que todavía no lo muestra con todas las luces. Importante, esperando por el despegue futbolístico del equipo.
Deportes en Quilmes
Foto: Mate Eterno
Más allá de rendimientos y actuaciones, está a la vista que el Mate no va a resultar un rival sencillo para cualquiera. Sus ganas y convicciones suplantan la falta de un circuito de juego claro y una idea futbolística que termine de convencer. Por eso, mantiene el invicto sobre cuatro jornadas, es uno de los escoltas del líder y se da el gusto de creer que puede volver a ser protagonista.
Aunque le haya costado mucho poder hacer diferencias, tanto en el trámite como en el tanteador, este Argentino actual fue más que un pálido Deportivo Merlo que apenas se animo a a atacar en la parte inicial y que, urgido por la derrota parcial se adelantó sin criterio y no llegó a tener ninguna situación de peligro clara cuando ya se encontraba abajo en el marcador.
Lo del Celeste tampoco fue superlativo, pero tuvo momentos, jugadas y mejores indicios para creer que la victoria es justa. Hubo cinco minutos de furia en el primer tiempo, con un mano a mano tapado por el buen arquero Alejandro Granero y un balón despejado sobre la raya por Claudio Leguizamón. Más intenso por parte del local fue el cuarto de hora de arranque del segundo. Y a los 15 minutos clavados, después de un envío cruzado que bajó Gastón Grecco por el segundo palo para que Martínez defina dentro del área chica, en medio de la controversia.
Después de eso, el Mate se debatió en liquidar la historia con ataques puntuales, mientras trataba de sostener el resultado con un firme bloque defensivo que, casi sin fisuras, no le dio demasiadas alternativas a un Merlo que fue cayendo en su propia impotencia con el correr de los minutos.
Tres puntos más que suma Argentino en medio de un arranque de torneo que todavía no lo muestra con todas las luces. Importante, esperando por el despegue futbolístico del equipo.
Deportes en Quilmes
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