Lanús perdió ante Aldosivi en la Fortaleza por 1 a 0 y alimentó la crisis que atraviesa desde la llegada de Ezequiel Carboni como entrenador del primer equipo. Al trotecito, sin ideas, con errores reiterativos en todas sus líneas, no tuvo el fuego sagrado que la situación amerita para salir adelante. El Tiburón, con casi nada, fue justo vencedor gracias al gol de Matías Pisano. El Kely dejó de ser el entrenador del equipo.
El primer tiempo fue una muestra clara de lo que es este proceso de Ezequiel Carboni al frente del equipo Granate. Un inicio interesante, un Lanús metido y mentalizado en atacar al rival. La buena combinación entre Ribas, Acosta y el cabezazo de Belmonte que salvó con lo justo Pocrnjic daba para ilusionarse con algo que valga la pena.
Sin embargo, la palabra desconcentración también fue típica en el equipo del Kely. Si bien es buena la jugada de Aldosivi, es notable el desconcierto y la falta de reacción de los futbolistas para que los marplatenses entren tocando en el área y luego Matías Pisano tenga dos chances para finalmente poner el 1 a 0. El rebote de Guillermo Sara, de no creer, por cierto.
A partir de ese momento, se le apagó la luz al Grana. Entró en un sinfín de errores y como pasó con Rafaela, los centros fueron la única alternativa para pisar el área contraria. Sobre el cierre, Sara evitó el segundo ante un disparo de Pisano. Flojo, fue poco a esa altura. Los cantos que bajaron desde las tribunas tratando de despertar a sus jugadores poco ayudaron.
En el complemento, poco iba a cambiar el panorama. Lanús no jugó con los dientes apretados como debía para sacar adelante esta situación crítica que atraviesa. El técnico insistió con el doble nueve con el ingreso de Coniglio por Moreno, pero la lluvia de centros no sirvió.
Si bien Ribas tuvo la más clara por esa vía, la falta de juego fue alarmante y el Tiburón, agrupado y firme atrás, aprovechó para refugiarse sin correr peligros. Es más, de contra pudo liquidarlo, pero no fue punzante. El 1 a 0, fue justo.
Se fue el DT
Tras la derrota, Carboni renunció a su cargo y la CD aceptó la renuncia según informó en un comunicado oficial que difundieron en las redes.
Fortaleza Granate
Foto Prensa Lanús
El primer tiempo fue una muestra clara de lo que es este proceso de Ezequiel Carboni al frente del equipo Granate. Un inicio interesante, un Lanús metido y mentalizado en atacar al rival. La buena combinación entre Ribas, Acosta y el cabezazo de Belmonte que salvó con lo justo Pocrnjic daba para ilusionarse con algo que valga la pena.
Sin embargo, la palabra desconcentración también fue típica en el equipo del Kely. Si bien es buena la jugada de Aldosivi, es notable el desconcierto y la falta de reacción de los futbolistas para que los marplatenses entren tocando en el área y luego Matías Pisano tenga dos chances para finalmente poner el 1 a 0. El rebote de Guillermo Sara, de no creer, por cierto.
A partir de ese momento, se le apagó la luz al Grana. Entró en un sinfín de errores y como pasó con Rafaela, los centros fueron la única alternativa para pisar el área contraria. Sobre el cierre, Sara evitó el segundo ante un disparo de Pisano. Flojo, fue poco a esa altura. Los cantos que bajaron desde las tribunas tratando de despertar a sus jugadores poco ayudaron.
En el complemento, poco iba a cambiar el panorama. Lanús no jugó con los dientes apretados como debía para sacar adelante esta situación crítica que atraviesa. El técnico insistió con el doble nueve con el ingreso de Coniglio por Moreno, pero la lluvia de centros no sirvió.
Si bien Ribas tuvo la más clara por esa vía, la falta de juego fue alarmante y el Tiburón, agrupado y firme atrás, aprovechó para refugiarse sin correr peligros. Es más, de contra pudo liquidarlo, pero no fue punzante. El 1 a 0, fue justo.
Se fue el DT
Tras la derrota, Carboni renunció a su cargo y la CD aceptó la renuncia según informó en un comunicado oficial que difundieron en las redes.
Fortaleza Granate
Foto Prensa Lanús
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