En las malas mucho más

Difícil escribir estas líneas sin ordenar los sentimientos, porque se mezclan inexorablemente la bronca con la tristeza, la razón con la impotencia, el hedor de la injusticia junto al mea culpa siempre pendiente.

Claypole le ganó a Puerto Nuevo con gol del querídisimo Gato Aranda, pero el gol en claro offside de Real Pilar le dio el punto que necesitaba al club sin hinchas para mantenerse en la categoría y evitar vérselas cara a cara con el Tambero.
El gol del empate de Rel Pilar. Dos jugadores en offside (Captura Fútbol D mi Vida)


Imposible no ver fantasma en medio de una AFA sumamente -y justificadamente- cuestionada, en un club creado con la base del poder que logró birlar el reglamento y contar con el favor del Tribunal de Disciplina para no pagar por los mismos errores administrativos que un año y medio antes condenaron a Centro Español.

Pero también hay que mirar hacía adentro. El presente que dolorosamente vive hoy Claypole se viene gestando años antes. Un club dividido, con regentes que se atrincheran, con amenazas de la barra, con jugadores que se bañaron con agua fría en pleno invierno, con acusaciones violentas de un lado y del otro, con desatenciones garrafales (no olvidar que el Tambero fue el único club que no reclamó los puntos con Centro Español cuando debía, tres puntos que hoy se sienten), con desmanejos muchos.

Y como siempre queda el hincha. Abatido, cautivo de una realidad que lo atormenta y le quita la satisfacción de ver a su ser amado, a su club.

La probable reestructuración que se tratará en AFA el jueves puede devolverlo a la vida, haciendo borrón y cuenta nueva. Pero eso hoy, suena a utopía.

Claypole de mi vida te seguiré alentando, seguiré exponiendo este cuero por tu nombre y tu orgullo, seguiré defendiendo tus colores de quién ose desprestigiarlo. Ahora te amo más que antes, ahora te aliento con más ardor. Estas lágrimas son una promesa de que jamás te voy a dejar, de que mi corazón será tuyo pase lo que pasare. Claypole te llevó en mi alma por siempre, y en las malas... mucho más.

El Show del Sur


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