Despedida a lo grande

Arsenal se despidió a lo grande de la Primera División en Sarandí. En su último partido como local en la elite, le regaló un muy buen triunfo al puñado de hinchas que se acercó al Estadio Julio Humberto Grondona a pesar del clima: fue 4-0 a Rosario Central, un rival que sólo había ganado una vez en escenario celeste y rojo (había sido 5-0 en 2009).

Arrancó mejor el Canalla, que tuvo las chances más claras en el primer cuarto de hora. Se lució el arquero Mauricio Aquino, surgido de las inferiores que hoy hizo su debut en Primera y que el tapó un mano a mano a Zampedri y un remate a quemarropa a Da Campo en el área chica. Arsenal se apoyaba en un criterioso pero tibio Alanis, que buscaba ser la manija de cada ataque y de cuyos pies nació un centro que Paulo Ferrari conectó erróneamente para inflar la red de su propio arco y poner en ventaja al Viaducto.

Un rato después, Mauricio Martínez se fue expulsado por una "plancha" y a partir de allí el partido se destrabó. El Arse se hizo cargo de la superioridad numérica y comenzó a generar más peligro hasta que una subida de Purita terminó con una doble tapada del arquero Ledesma al ex San Lorenzo y a Germán Ferreyra, y el que llegó para capturar el rebote fue Lomónaco para estirar la ventaja. Unos momentos más tarde, el Alanis dejó mano a mano al delantero y su disparo a colocar dio en el palo pero Antilef la terminó empujando para desatar otro festejo con el 3-0 cuando se moría el primer tiempo.

En el complemento, Arsenal manejó las acciones a voluntad. Milo y Lomónaco pudieron ampliar, pero lo terminó concretando Purita, que entró sólo por el medio del área y fue habilitado con un exquisito pase de Alanis para definir con clase y estampar el 4-0. Los últimos minutos transcurrieron con la sensación de que el conjunto de Rondina podía convertir algún gol más, pero el cansancio producido por el pesado campo de juego y algunas arremetidas de Central lo impidieron.


Así llegó el pitazo final y la alegría que mitigó la desazón del descenso, con una despedida que se necesitaba por la forma en que se dio y porque, además, ocurrió con varios juveniles en cancha, premisa de que ya se está pensando en el desafío del Nacional. La ilusión no tardó en bajar de las tribunas con el cántico del "Vamos a volver".

Martín Vassena

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