Siempre que llovió...

¡Al fin viejo! Luego de una docena de partidos sin ganar, Temperley consiguió su primera alegría de este 2018 en San Martín. Fue 2-1 ante Chacarita y claro, lo consiguió no sin sufrir.

La mano que necesito durante todo el torneo se la dio el guardameta de Chaca, Pedro Fernández, con dos errores que terminaron en goles de Lucas Delgado y Santiago Giordana.

El primero llegó tempranito a los 5, luego de que el arquero regalara la pelota a Giordana que apresura el contragolpe y se la deja al Chelito que la para y define cuando cerraba un defensor.

A los 41, el arquero esta vez sale mal en un centro y Giordana, bien despierto, lo anticipa y marca el 2-0 con que se iba el primer tiempo.

Parecía que el complemento se presentaría tranquilo luego de unos 45 iniciales dónde el Cele domino y fue más que el Funebrero.

Pero no, el Gasolero debe sufrir sino no vale. Primero la lesión de Leonardo Di Lorenzo que lo obligó a dejar el campo de juego y luego la expulsión de Delgado  los 24 por un codazo infantil a Ré.

Con 10 hombres par los últimos 20 fue difícil aguantar al local que descontó a los 38 con un remate desde afuera del área de Rosso que se desvió y descolocó a Leandro De Bortoli.

Chacarita intentó llegar al empate con más empuje que fútbol, pero chocó con la seguridad de De Bortoli que no hizo sentir para nada la ausencia de Ayala.

Con el pitazo del final, Temperley volvió a ganar. Es cierto que a esta altura y con todo consumado sirve de poco, pero este equipo le debía -y aún le debe- a la gente del Celeste un triunfo para que la despedida no sea tan amarga.


En una noche tempestuosa retornó a la victoria el Gasolero. Sí, como dice el refrán: Siempre que llovió, paró.

El show del Sur
Fotos Prensa Temperley

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