Otra canallada del Chacho

Ni la agenda ni el cansancio fueron obstáculos suficientes para detener la nueva ola celeste y blanca, que comenzó el último jueves con la goleada ante Vasco da Gama. En el calor del mediodía rosarino, con los pibes del club haciendo escuela, Racing fue superior a Rosario Central, le ganó por 2 a 0 merecidamente y, con 39 puntos y tres fechas por delante, se volvió a meter en la disputa por un lugar en la próxima Libertadores.

Los tiempos y las lesiones jugaron antes del pitazo inicial y Coudet improvisó con la intención de que el equipo no perdiera la esencia. Entre Zaracho y Centurión asumieron el rol de conductor pero sin Cardozo y Domínguez no fue tan sencillo encontrar claridad a la hora de manejar la pelota. La presión en campo contrario, un sello a esta altura, funcionó como una manera de decirle al dueño de casa que las agallas estaban a flor de piel. Las imprecisiones generales y, sobre todo, en los metros finales, impidieron que algunas posibilidades acabaran de la mejor manera. Los dirigidos por Leonardo Fernández buscaron lastimar con sus centrodelanteros pero la última línea visitante, con Sigali como estandarte, resolvió sin que García tuviera que lucirse.


Saravia tuvo que salir en el descanso por un golpe y encendió la alarma de cara al próximo partido en Brasil. Solari se movió al lateral y Domínguez se plantó como eje de la circulación para que la pelota disfrutara de un destino seguro. Había sensación de riesgo aunque algunos avances no terminaran bien y fue Mansilla, a los 18 y luego de un contragolpe conducido a pura potencia, el que estampó el primero con un brillante remata desde afuera del área. Con espacios, con la calma de estar arriba en el marcador, Racing esperó sin meterse muy atrás y se agazapó para otra corrida de sus chicos. Lautaro, que había ingresado poco antes por Triverio, se encargó de recuperar cuando el reloj indicaba 31 minutos y construyó un gol magnífico atropellando a todo aquel que se entrometiera en su camino.


Sin mucho margen para relajarse, con la certeza de que este proceso puede generar muchas alegrías, la Academia gritó al lado del río Paraná y ratificó que va en busca de algo grande.

Prensa Racing

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