Nada peor para el Diablo que un Santo

Independiente volvió a caer de local, esta vez fue por la mínima diferencia, ante San Lorenzo, el único tanto de la visita lo convirtió Botta.

En el suspendido de la fecha 15 de la Superliga, se enfrentaron dos equipos, que están en la lucha de la clasificación a la Copa Libertadores 2019. Este partido había sido postergado, ya que el Rojo en ese entonces, estaba en los días previos de jugar la Recopa.

El duelo comenzó favorable para Independiente que parecía más atrevido, que los del Bajo Flores. Leandro Fernández tuvo la suya a los 10’, pero entre el arquero y su marcador, que le cometió falta, (era penal) le ahogaron la apertura del marcador.

Cumplido el cuarto de hora, Ruben Botta, en el primer acercamiento de su equipo, vacunó a Campaña con un verdadero golazo. El ExTigre la pisó y de zurda dejó sin opciones al golero uruguayo.

En los papeles el Rojo, siempre fue más en el desarrollo, pero el Ciclón cerró las líneas y a los dirigidos por Holan le costaba penetrar, la falta de eficacia, otra vez agobiaba al Rey. En el final Campaña tapó una muy clara, volando a su palo izquierdo.



En el entretiempo el Torito Rodríguez salió lesionado, en su lugar ingreso Sanchez Miño, ocupando el sector central del mediocampo. Los minutos pasaron y al local le costó horrores progresar en ataque, la falta de lucidez y explosión ofensiva, envolvieron a los delanteros en la vorágine de chocar ante sus marcadores y perder la posición ante un equipo retrasado, que salía rápido.

El poco fútbol, que se vio en la noche, se terminó de agotar cuando ambos equipos comenzaron a cortar todo con falta. Patricio Loustau amonestó en total a 10 jugadores, 7 del visitante y 3 del Rojo, a los 30’ se la mostró por segunda vez a Fabricio Bustos y el Tractor se pierde el importantísimo duelo ante Talleres, en Córdoba.

Los últimos 15 minutos Independiente volcó todas sus oportunidades en los pies de Gastón Silva, desde la pelota parada. Sus tiros libres y Córners, fueron venenosos, pero sus compañeros nunca pudieron conectar con precisión sus envíos.

Concluido el partido, los dirigidos por Holan, acumularon su segunda derrota consecutiva de local y sin marcar goles. Se encienden las alarmas de un equipo que nunca negocia el juego, pero que le cuesta mucho ser efectivo en el arco rival. Todos los grandes equipos tienen bajones y parecería que Independiente está atravesando uno de ellos y Ariel Holan lo sabe.

Franco Niccolini

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