La gloria no desciende

Hoy es un día muy triste para los hinchas de Arsenal. Estas Pascuas fueron amargas para el conjunto de Sarandí que retorna a la B Nacional luego de 16 gloriosos años en Primera División.

El empate ante Chacarita y la victoria de Patronato decretaron un descenso anunciado luego de varias campañas malas desde que se fue Gustavo Alfaro.



No es momento de echar culpas, sino de acompañar. Ni el más delirante simpatizante del Arse imaginó cuando el equipo llegaba a la máxima categoría por primera vez en su joven vida que iba a dar tantas vueltas olímpicas, que iba a disfrutar de tantas alegrías.

Campeón de la Sudamericana 2007, de la Suruga Bank 2008, Supercopa Argentina 2012, Copa Argentina 2013 y sin dudas la epopeya más importante: Campeón del fútbol argentino con la obtención del Clausura 2012.

Esos logros, esos días de gloria no se borran más, quedaran siempre y se harán cada vez más grandes con el paso del tiempo, como un club de barrio desde Sarandí llegó al zenit del fútbol local y continental.

Hoy tocan las malas, después de tantas buenas, toca el dolor en lugar de la algarabía, la bronca tras la euforia y sobre todo, toca poner el hombro. Besar la camiseta con pasión como nunca la besaste, salir a la calle con el orgullo de portar estos colores, de hacer el aguante, de bancar el momento y de gritar a viva voz: "Soy del Arse, soy de Sarandí, carajo", porque la gloria, la gloria NUNCA DESCIENDE.

Hasta la vuelta Arse de mi vida.

El Show del Sur

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