Banfield perdió un partido importante en la lucha por entrar a las copas internacionales, frente a un rival directo y pierde margen de error con respecto al nuevo objetivo. Más allá de la diferencia en el marcador, el trámite del partido no reflejó semejante disparidad, ya que el Taladro se vio perjudicado por algunos momentos de desconcentración, situaciones de mala fortuna y ciertos errores arbitrales.
Unión encontró la ventaja en una formula duplicada. Siempre, partiendo de Nelson Acevedo con un pase en diagonal hacia las puntas, un centro al punto neurálgico del área, y a cobrar. El primero, a las espaldas de Bettini y con un remate de Pittón que terminó dentro del arco luego de rebotar de manera azarosa en Claudio Bravo. El segundo, sobre la espalda del lateral izquierdo y con un remate final de Fragapane. Todo esto, en los últimos quince minutos del primer tiempo.
En el complemento, Banfield intentó acorralar a su rival, con más garra que buen fútbol, pero no hizo más que ahogarse en su propio enojo. No sólo por las equivocaciones del árbitro (no cobró un claro penal a favor del local, tras una mano de Yeimar Andrade) y malos manejos, también por su impaciencia basado en la pobre resolución de de jugadas.
Un resultado de local que no hace más que cortar con una secuencia de buenas actuaciones, justo antes del parate. Lo malo: faltan un par de semanas para que el equipo tenga su revancha. Lo bueno: hay tiempo para trabajar en los errores.
Solo Banfield
Unión encontró la ventaja en una formula duplicada. Siempre, partiendo de Nelson Acevedo con un pase en diagonal hacia las puntas, un centro al punto neurálgico del área, y a cobrar. El primero, a las espaldas de Bettini y con un remate de Pittón que terminó dentro del arco luego de rebotar de manera azarosa en Claudio Bravo. El segundo, sobre la espalda del lateral izquierdo y con un remate final de Fragapane. Todo esto, en los últimos quince minutos del primer tiempo.
En el complemento, Banfield intentó acorralar a su rival, con más garra que buen fútbol, pero no hizo más que ahogarse en su propio enojo. No sólo por las equivocaciones del árbitro (no cobró un claro penal a favor del local, tras una mano de Yeimar Andrade) y malos manejos, también por su impaciencia basado en la pobre resolución de de jugadas.
Un resultado de local que no hace más que cortar con una secuencia de buenas actuaciones, justo antes del parate. Lo malo: faltan un par de semanas para que el equipo tenga su revancha. Lo bueno: hay tiempo para trabajar en los errores.
Solo Banfield
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