Perdió un grande

No era descabellado imaginar una derrota en La Bombonera ante un Boca puntero cómodo, de un presupuesto infinitamente superior. Pero sí se le pedía a Temperley cambiar la actitud, parecerse más a un equipo que a un rejunte.

Y eso se vio en el Armando. Tuvo las mismas limitaciones de siempre en todas sus líneas. pero se vio una mejoría con respecto a las caídas ante los tucumanos y los cordobeses.

Boca lo ganó con un centro afortunado de Fabra que se le coló por el palo zquierdo a Josúe Ayala cuando iban 15 del segundo tiempo. Pero el Xeneixe hizzo muy poco para merecer el triunfo y sintió un gran alivio con el pitazo final.

El local iba a tener su regalo arbitral de cada fecha con un penal que generosamente le dio Ariel Penel, pero el ex arquero de Boca se lo tapó a Carlos Tévez.

Es cierto que fue otra derrota, es cierto que se complica cada vez más el objetivo de salir de zona de descenso, pero el Gasolero mostró un destello de esa actitud y esa entrega que lo mantuvo este tiempo en Primera y que lo hace grande. Ganó Boca, pero perdió un grande que no se va a entregar sin pelear.

El Show del Sur

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