Golpe directo al corazón

Ya no quedan esperanzas. Se venía gestando hace tiempo. Nos veníamos preparando. Y un día nos dieron el mazazo final. Es cierto que matemáticamente no está todo dicho, pero viendo que se perdió ante otro equipo casi igual de pobre como el nuestro y mostrando escasos atributos, el Viaducto es notorio que "bajó los brazos".

Quince de años de hermosos momentos, doce años de gloria y los últimos tres de pena se podría decir. Se trabajó mal en este último lapso y ahora pagamos las consecuencias.



Ante Olimpo en un partido horrible en el primer tiempo y discreto en el complemento, los bahienses sacaron ventaja al final del período inicial y en el amanecer del segundo. Dos golpes clave para derrumbar a un elenco desmoronado. De nada sirvió la pequeña reacción de Arsenal y el descuento de Lomónaco, ni el  tiro en el palo que hizo revolcar al arquero local.

La sentencia estaba firmada desde antes, lo que preocupa es el retroceso que mostró el equipo ante el Aurinegro y las cada vez menos firmes señales que muestra este grupo de cara a la reconstrucción deportiva del torneo 2018-2019 muy probablemente, en segunda división.

Por un Arsenal de Primera

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