Consuelo para uno

Independiente dio un buen paso para olvidarse de la dolorosa derrota en la final de la Recopa Sudamericana. En el Libertadores de América, sin varios de sus habituales titulares, venció a Banfield por 1-0 que no logró sacarse el trago amargo de la eliminación ante Nacional por Copa Libertadores. Martín Benítez, quien falló el penal decisivo en Porto Alegre, convirtió el único gol.

Fue un "aquí no ha pasado nada". Desde la actitud de la gente para con el equipo y desde la performance del team de Holan, que desde el primer minuto salió a buscar el triunfo. Con las armas de siempre, equipo parado alto, presión en campo rival, manejo de pelota y juego vertical y profundo, el Rojo comenzó a inquietar. Pero enfrente tuvo a un rival que no salió a esperar y que utilizó la vía del desborde por la derecha de Mouche para intentar generar peligro. Fue el propio Mouche el que tuvo la primera clara tras un pase de Kalinski que lo encontró solo pero su remate casi al medio fue controlado por Campaña.

Cuando Independiente era más punzante pero no podía generar chances, una pelota en tres cuartos terminó con Benítez rematando desde afuera y poniendo la pelota junto a un palo con la ayuda de Arboleda, que tardó en reaccionar. Llanto y festejo para el 7, que recibió la banda del público.

El Rojo terminó mejor el primer tiempo y pudo haber aumentado la diferencia con dos definiciones de Leandro Fernández, quien otra vez volvió a estar con la mira torcida en las que tuvo para concretar. Pero en el comienzo del segundo tiempo, Banfield fue con mayor decisión y anduvo cerca del empate, sobre todo con un tiro libre de Dátolo.

Luego de aguantar el asedio del Taladro, Independiente se fue acomodando y terminó otra vez siendo superior a su rival. Es más, contó con cuatro ocasiones para liquidarlo. Ya sea por errores propios en la definición o por mérito del arquero Arboleda, el marcador no se modificó aunque el 1 a 0 terminó siendo justo.



Olé

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