"No lo puedo creer... el equipo se entregó como nunca", dijo al final del partido un emocionado Jorge Almirón, y resume a la perfección esta remontada histórica del fútbol mundial que enarboló Lanús.
El equipo salió a jugarse la vida para remontar el 1-0 en contra en el Monumental con un recibimiento emotivo en La Fortaleza.
Pero cuando estaba haciendo méritos para empatar la serie, llegó a los 5 llegó el penal infantil de Diego Bragheri a Ignacio Fernández y el penal que Ignacio Scocco cambió por gol.
Si la parada estaba brava con ese gol de visitante, tanto más cuando Gonzalo Montiel metió el 2-0 en 23 minutos.
Sin embargo, cuando la gente de River ya opinaba si le convenía jugar con Barcelona o Gremio la final, llegó el descuento de José Sand sobre el final del PT que ponía puntos suspensivo a la fiesta Millonaria.
Y si como de un cuento se tratara, al minuto de comenzado el complemento, Sand. Ese Sand que surgió de River y nunca lo consideraron y encontró su lugar en el mundo en estas tierras del sur, consumaba su epopeya marcando el 2-2 que fue el punto de inflexión en el partido.
Porque así como Lanús se agrandó y fue con todo, River sintió el impacto y comenzó a caersele todos los papeles. Empezaron a jugar Lautaro Acosta, Román Martínez, a poner en el medio Iván Marcone y a desarmar defensas por los costados Alejandro Silva.
A los 16 el Pepé, siempre el Pepé, desbordó por la derecha y mandó el centro atrás para la entrada del Laucha y un 3-2 que ya era heroico.
Aunque el gol de visitante de River todavía lo dejaba afuera de la final. El Grana no bajó los brazos, no se entregó y con huevos y fútbol se lo llevó por delante a la visita y su esfuerzo tuvo fruto en el penal que Montiel le hizo a Pasquini y que necesito del VAR para confirmarlo.
Ale Silva no falló y metió el gol más gritado en la historia de Lanús. Era una epopeya, era un milagro, era Lanús.
Sobre el final Fernández vio la roja y River se rindió ante la supremacía de un equipo que jugó una final, dejó la vida y eliminó a un grande de América.
LANÚS ESTÁ EN LA FINAL DE LA COPA LIBERTADORES, una alegría inmensa para un club que tuvo que resurgir desde la Primera C y hoy es orgullo del fútbol argentino.
Lanús disfruta de este momento glorioso, de tener jugadores que aman estos colores y tienen unos huevos enormes. Lanús está de fiesta, Lanús es un grande indiscutible. Pasen, vean, ESTO ES LANÚS.
El Show del Sur
El equipo salió a jugarse la vida para remontar el 1-0 en contra en el Monumental con un recibimiento emotivo en La Fortaleza.
Recibimiento a Lanús en la semifinal de Copa Libertadores de América frente a River Plate. #Lanus #RiverPlate #copalibertadores2017 pic.twitter.com/VWMgXG4RXF— EL GRANATE DE CHILE! (@cdlseresmivida) 1 de noviembre de 2017
Pero cuando estaba haciendo méritos para empatar la serie, llegó a los 5 llegó el penal infantil de Diego Bragheri a Ignacio Fernández y el penal que Ignacio Scocco cambió por gol.
Si la parada estaba brava con ese gol de visitante, tanto más cuando Gonzalo Montiel metió el 2-0 en 23 minutos.
Sin embargo, cuando la gente de River ya opinaba si le convenía jugar con Barcelona o Gremio la final, llegó el descuento de José Sand sobre el final del PT que ponía puntos suspensivo a la fiesta Millonaria.
Y si como de un cuento se tratara, al minuto de comenzado el complemento, Sand. Ese Sand que surgió de River y nunca lo consideraron y encontró su lugar en el mundo en estas tierras del sur, consumaba su epopeya marcando el 2-2 que fue el punto de inflexión en el partido.
Porque así como Lanús se agrandó y fue con todo, River sintió el impacto y comenzó a caersele todos los papeles. Empezaron a jugar Lautaro Acosta, Román Martínez, a poner en el medio Iván Marcone y a desarmar defensas por los costados Alejandro Silva.
A los 16 el Pepé, siempre el Pepé, desbordó por la derecha y mandó el centro atrás para la entrada del Laucha y un 3-2 que ya era heroico.
Aunque el gol de visitante de River todavía lo dejaba afuera de la final. El Grana no bajó los brazos, no se entregó y con huevos y fútbol se lo llevó por delante a la visita y su esfuerzo tuvo fruto en el penal que Montiel le hizo a Pasquini y que necesito del VAR para confirmarlo.
Ale Silva no falló y metió el gol más gritado en la historia de Lanús. Era una epopeya, era un milagro, era Lanús.
Sobre el final Fernández vio la roja y River se rindió ante la supremacía de un equipo que jugó una final, dejó la vida y eliminó a un grande de América.
— El Show del Sur (@ElShowdelSur) 1 de noviembre de 2017
LANÚS ESTÁ EN LA FINAL DE LA COPA LIBERTADORES, una alegría inmensa para un club que tuvo que resurgir desde la Primera C y hoy es orgullo del fútbol argentino.
Lanús disfruta de este momento glorioso, de tener jugadores que aman estos colores y tienen unos huevos enormes. Lanús está de fiesta, Lanús es un grande indiscutible. Pasen, vean, ESTO ES LANÚS.
El Show del Sur
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