El precio del Poder

“Tenemos un plantel corto”. “Nos falta recambio”. “Con el equipo titular le podemos ganar a cualquiera”. Estas frases, tan escuchadas de boca de los mismos protagonistas, se hacen realidad cada vez que Almirón opta por poner en cancha a un once alternativo. Sea cual fuere el rival, el resultado siempre es el mismo: con Lanús abajo en el marcador. Da la sensación que, sin sus titulares indiscutidos, el Granate es un equipo más en el fútbol argentino.

En esta ocasión lo aprovechó Olimpo, que con muy poco se llevó una valiosa victoria 2 a 0 de la Fortaleza, reducto donde nunca había podido festejar en su contemporáneo recorrido por la Primera División.



Hasta el minuto 25 de juego fue todo a favor del local, que manejó la pelota y contó con dos chances nítidas para sacar la ventaja. Primero a través de un tiro al travesaño de Barrientos, que sacudió el arco bahiense tras cesión de Denis. Y luego con un zurdazo al primer palo de Matías Rojas, que desvió Gabbarini y se estrelló en el poste. La suerte no estuvo del lado del Grana, que pagó carísimo su primer error de la tarde. Tellechea recibió una mala entrega de Maxi Velázquez y tuvo todo el tiempo del mundo para enviar un centro preciso a la cabeza de David Depetris, que ubicó el balón junto al palo izquierdo de Monetti ante la pasividad de Canuto en la marca.

Ahí arrancó otro partido, ya que el equipo de Forestello ganó en confianza y disputó el trámite de igual a igual. Casi no pasó más sobresaltos en esa etapa inicial, salvo un anticipo ofensivo del Tanque Denis después de un tiro libre ejecutado por Barrientos, que se perdió muy cerca del arco de Gabbarini.

El Grana salió con otro ímpetu a jugar el segundo tiempo, donde arrinconó a su rival con varias pelotas detenidas y mucha actividad de sus extremos. Rojas exigió una buena atajada del arquero Aurinegro con un tiro libre potente que se metía arriba. Pero no mucho más. El ingreso de Román Martínez parecía darle más tenencia y profundidad, aunque faltó sorpresa y desequilibrio en los metros finales.



Casi sin proponerselo, Olimpo aumentó la diferencia a partir de un grosero error de Monetti. El arquero jugó de memoria para Velázquez en la salida después de un pasé atrás de Zurbriggen y le acertó a Tellechea, que le cedió el gol a Franco Troyansky. Tomá y hacelo. Lanús se equivocó y sacó del medio. Como las cuatro veces en el Ducó. Como los cinco en Córdoba en el debut. La falta de jerarquía no se perdona.

Ni el ingreso de Sand -como doble nueve con Denis- le aportó soluciones a un equipo que ya había bajado los brazos. Algo que nunca le ocurre al once titular. La derrota ya estaba consumada. Seis goles en contra y ninguno a favor en las últimas dos actuaciones, que arrojan un serio replanteo en vistas a futuro, en uno de los mejores momentos de la historia del club, finalista de América. Es la otra cara de la moneda.

Buno Russo

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