El Porvenir sumó una nueva igualdad después de no haberse sacado con Laferrere: nuevamente no marcó tantos y no logró desequilibrar el encuentro ante el Lechero, aunque sí mostró una leve mejoría en el juego y tuvo en Leandro Argüello a su mejor baluarte.
En el comienzo del partido, fue el conjunto dirigido por Carlos Cordone fue el que pareció tomar la iniciativa y quiso sorprender desde el arranque a su rival. Sin embargo, con el correr de los minutos, el encuentro entró en una meseta y, con algunos descuidos en el fondo local y la rapidez de Matías Mansilla, fue el Blanquinegro el que tuvo algunas chances. Igual, el 0-0 fue inamovible.
La segunda etapa no cambió demasiado. Creció la figura del Gordo Argüello y con su creatividad El Porve estuvo algo más cerca. La oportunidad clarísima fue la que no pudo concretar Ezequiel Ruíz: se anticipó a Claudio Paz en un centro y la pelota pasó al lado del palo del arquero. También lo tuvo Alan Seguel, con otro testazo que pegó en el travesaño y ahogó el grito.
Más allá de algún otro intento muy forzado, el empate y la sequía de goles le calzó justo a un partido sin mucho vuelo. Los dirigidos de Heraldo Rodríguez empiezan a levantar su rendimiento, pero deberán seguir mejorando y empezar a conseguir resultados.
Por Martín Berretti
Foto 1748 Noticias
En el comienzo del partido, fue el conjunto dirigido por Carlos Cordone fue el que pareció tomar la iniciativa y quiso sorprender desde el arranque a su rival. Sin embargo, con el correr de los minutos, el encuentro entró en una meseta y, con algunos descuidos en el fondo local y la rapidez de Matías Mansilla, fue el Blanquinegro el que tuvo algunas chances. Igual, el 0-0 fue inamovible.
La segunda etapa no cambió demasiado. Creció la figura del Gordo Argüello y con su creatividad El Porve estuvo algo más cerca. La oportunidad clarísima fue la que no pudo concretar Ezequiel Ruíz: se anticipó a Claudio Paz en un centro y la pelota pasó al lado del palo del arquero. También lo tuvo Alan Seguel, con otro testazo que pegó en el travesaño y ahogó el grito.
Más allá de algún otro intento muy forzado, el empate y la sequía de goles le calzó justo a un partido sin mucho vuelo. Los dirigidos de Heraldo Rodríguez empiezan a levantar su rendimiento, pero deberán seguir mejorando y empezar a conseguir resultados.
Por Martín Berretti
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