Independiente dejó pasar una gran chance seguir en lo más alto y empató en Bahía 1 a 1 con un equipo alternativo, tal como se hiciera hace un año ante Quilmes -previo a la eliminación ante Chapecoense-. El gol del Rojo lo hizo Leandro Fernández y tuvo varias situaciones para liquidarlo, pero en un descuido el local lo empató de la mano de Luis Vila.
En la etapa inicial el Rojo no arrancó bien. Fue superado por Olimpo que apretaba en todos los sectores y que lo lastimaba, sobre todo, por el lado izquierdo de la defensa de Independiente. Pasó algo similar a lo del primer tiempo en Tucumán, todos llegaban tarde. Primero Albertengo, Meza, Nery, Miño y Amorebieta.
El Rojo, un poco por mérito de Campaña -le sacó un bochazo tremendo a Costa- y otro por impericia del rival, soportó ese nubarrón, y a partir de las intenciones de Fernández, la rebeldía del Torito e incluso algunas participaciones de Blanco empezó a emparejar el partido.
A los 33, y tras un defectuoso remate de Rodríguez, Fernández hizo todo bien. Puso el cuerpo, giró ante el central y definió de zurda ante Gabbarini, que nada pudo hacer. Festejo clásico y abrazo con Benítez, de complicada semana.
En el inicio del complemento se vio a otro Independiente. Un equipo que si bien le cedió el balón a su rival, encontró los espacios y tuvo varias contras para liquidarlo. Primero Blanco, después una corrida de Jonás y alguna del ingresado Benítez que terminaron en malas decisiones en los últimos metros.
La más clara de todas estas jugadas fue a los 24, tras una gran jugada de Fernández, que sacó Gabbarini y que, en el rebote, Benítez tiró afuera casi de forma inexplicable. Sin embargo cuando perdonás varias veces…
A los 26, tras un largo pelotazo, hubo desatención entre los centrales, una floja respuesta de Campaña y Luis Vila logró la igualidad, que en ese momento no era merecida. Automáticamente Holan mandó a la cancha a Ezequiel Barco para intentar cambiar la historia.
Sobre el final, promediando los 40 minutos, y tras una gran habilitación de Barco a Jonas, este lo vio a Meza sólo y el exGimnasia chocó contra el exarquero del Rojo que respondió de manera brillante. Luego a los 44, otra vez Gabba, le sacó a Barco un remate que tenía destino de red.
Fue 1 a 1 en la noche de Bahia y quedará tela para cortar sobre si fue correcta la decisión del entrenador de poner un equipo alternativo ante un rival claramente inferior, que se aprovechó de eso para superarlo en la primera mitad. En el complemento no alcanzó con el ingreso de alguno de los titulares.
Ahora a cambiar el chip y a ganar el martes y pasar a la siguiente fase de la Sudamericana. ¿Hay material? Si. ¿Se pueden regalar esta clase de puntos? No.
Por Oscar López
En la etapa inicial el Rojo no arrancó bien. Fue superado por Olimpo que apretaba en todos los sectores y que lo lastimaba, sobre todo, por el lado izquierdo de la defensa de Independiente. Pasó algo similar a lo del primer tiempo en Tucumán, todos llegaban tarde. Primero Albertengo, Meza, Nery, Miño y Amorebieta.
El Rojo, un poco por mérito de Campaña -le sacó un bochazo tremendo a Costa- y otro por impericia del rival, soportó ese nubarrón, y a partir de las intenciones de Fernández, la rebeldía del Torito e incluso algunas participaciones de Blanco empezó a emparejar el partido.
A los 33, y tras un defectuoso remate de Rodríguez, Fernández hizo todo bien. Puso el cuerpo, giró ante el central y definió de zurda ante Gabbarini, que nada pudo hacer. Festejo clásico y abrazo con Benítez, de complicada semana.
En el inicio del complemento se vio a otro Independiente. Un equipo que si bien le cedió el balón a su rival, encontró los espacios y tuvo varias contras para liquidarlo. Primero Blanco, después una corrida de Jonás y alguna del ingresado Benítez que terminaron en malas decisiones en los últimos metros.
La más clara de todas estas jugadas fue a los 24, tras una gran jugada de Fernández, que sacó Gabbarini y que, en el rebote, Benítez tiró afuera casi de forma inexplicable. Sin embargo cuando perdonás varias veces…
A los 26, tras un largo pelotazo, hubo desatención entre los centrales, una floja respuesta de Campaña y Luis Vila logró la igualidad, que en ese momento no era merecida. Automáticamente Holan mandó a la cancha a Ezequiel Barco para intentar cambiar la historia.
Sobre el final, promediando los 40 minutos, y tras una gran habilitación de Barco a Jonas, este lo vio a Meza sólo y el exGimnasia chocó contra el exarquero del Rojo que respondió de manera brillante. Luego a los 44, otra vez Gabba, le sacó a Barco un remate que tenía destino de red.
Fue 1 a 1 en la noche de Bahia y quedará tela para cortar sobre si fue correcta la decisión del entrenador de poner un equipo alternativo ante un rival claramente inferior, que se aprovechó de eso para superarlo en la primera mitad. En el complemento no alcanzó con el ingreso de alguno de los titulares.
Ahora a cambiar el chip y a ganar el martes y pasar a la siguiente fase de la Sudamericana. ¿Hay material? Si. ¿Se pueden regalar esta clase de puntos? No.
Por Oscar López
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