En Villa Crespo, Tristán Suárez sumo solo una unidad al igualar 11 frente a Atlanta. Luis López marcó para el Lechero.
Otra
vez. Un karma que persiguió este campeonato al Lechero. Juega un tiempo
para el aplauso y otro dónde derrumba todo lo que construyó. Contra
Atlanta volvió a ocurrir ese perfil de dos caras que tiene el equipo de Bazán Vera.
En
los iniciales 45 se vio a un Suárez superior, que encontraba todos los
defectos de Atlanta y lo usufructuaba para su beneficio.
Así
logró a los 10 minutos enarbolar una gran jugada colectiva por derecha
que culminó con la habilitación de Lucas Farías para Luis López que
entraba de manera solitaria por el otro carril y definió ante un arco
desprovisto de defensa: 1-0 y a festejar.
El
Bohemio no reaccionaba y la visita contó con un par de posibilidades de
ampliar el marcador, pero no estuvieron atinados ni el Animal López ni
el chaqueñito Francisco Molina.
Para el
complemento, Guillermo Duró metió dos cambios ofensivos con Julian
Barría y Juan Manuel Tolosa (que luego se retiraría lesionado), potenció
al Gurí García que tomó el timón del equipo y el local se hizo dueño de
las acciones ante un Tristán Suárez que mermó considerablemente su
rendimiento.
No tardó demasiado en llegar el
empate mediante un gran desborde de Diego García que termina cabeceando
en el área su tocayo Dorregaray y estampar de ese modo el empate en el
minuto 68.
Atlanta fue más y estuvo más cerca de ganar el partido, pero se llevó un punto en su partido 1000 en el León Kolbovsky.
Para
el Lechero fue un trago amargo que lo deja insatisfecho por que ganaba
bien y volvió a tener esos altibajos que le arrebataron varios puntos
que hoy le hace ver desde lejos la chance de ingresar al Reducido.
Por Martín Valdéz
Comentarios
Publicar un comentario