En terapia intensiva

En un accidentado partido, Quilmes cayó 1-0 de local ante Patronato y se complica enormemente su permanencia en Primera División.

La bronca del Cervecero es entendible, pierde cuando juega mal y pierde cuando juega bien como esta tarde-noche ante un equipo mezquino, que abusó del juego brusco e hizo poco por tamaña recompensa como los dirigidos por el Yagui Forestello.

Quilmes lo buscó siempre estando 0-0 con dos chances que no pudo concretar Maxi González y con el marcador en contra en un complemento dónde peloteó a Bértoli, pero no entró ninguna y la que ingresó fue anulada por offside.

Justamente en esa jugada, Orihuela tuvo que retirarse en ambulancia tras un patadón en el rostro de Iván Furios. Según los últimos datos el jugador está bien pero en observación por un traumatismo craneal.
Patronato encontró el gol en un pelotazo largo que Telechea dominó y cedió para la entrada de Bertocchi que sacudió la red ante la salida de Rigamonti y con una defensa desarticulada.

La expulsión de Maydana en el segundo tiempo -como pegó ese muchacho- fue lo único bien que hizo Patricio Loustau que dejó pegar y hacer tiempo como quiso al equipo de Paraná.

Ya con Contreras, Coria (que se iría expulsado en el final) y Obregón en el campo de juego, Quilmes arrinconó a su rival pero la pelota no quiso entrar.

Está derrota complica el estado del cervecero en una fecha dónde se le alejaron Olimpo y Arsenal, además de que sumaron Temperley, Aldosivi y su rival de hoy.

Quedarán 15 día para concentrarse en la meta de permanecer en Primera y jugarsela el todo por el todo en la última semana de competencia para así salir de la terapia intensiva en que entró el equipo.

Texto: El Show del Sur

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