El
crecimiento de Arsenal nos llenó de
expectativas pero parece que el sufrimiento
estaba listo para avisar que no nos
olvidemos de él, y que va a seguir presente
hasta el último minuto de este tortuoso
campeonato. El Viaducto salió a jugarse en
la tarde de hoy la posibilidad de dar otro
paso hacia adelante en su lucha por la
permanencia, justo en una jornada que ayer
había tenido los triunfos de Temperley y
Huracán.
Enfrente, Godoy Cruz, un rival que pese a su buena campaña (en Octavos de Final de la Libertadores y expectante para ir a la Sudamericana del año próximo), trajo a Sarandí un planteo tan especulativo como eficiente ante los errores de un Arsenal que se mostró superior en el primer tiempo pero no pudo plasmarlo en el marcador.
Un remate de Corvalán de ángulo cerrado que dio en el costado del arco, otra volea desviada de Rolón en el punto del penal y finalmente un remate desde la medialuna del ex Vélez que reventó el travesaño. Todas ocasiones en las que el local pudo ponerse en ventaja. Sin embargo, la más clara de todas la tuvo el Tomba a partir de un yerro fatal de Marín que perdió la pelota en la salida y dejó sólo a Garro, al que finalmente atoraron justo antes de que pateara frente a Santillo.
El complemento arrancó con un baldazo de agua fría para el Arse, porque a los diez minutos, García picó en soledad ante una desatenta defensa y definió cruzado para poner el 1-0. Minutos después, Correa quedó mano a mano en otra jugada similar y la tiró afuera. Pese a las desatenciones del Viaducto, pudo empatar en una jugada en la que Wilchez habilitó espectacularmente a Brunetta y éste quiso perdió el balón al intentar eludir a Rey cuando podía haber tocado al punto del penal donde esperaban varios compañeros.
Esa chance desperdiciada, los de Grondona la pagaron carísimo, porque un rato más tarde, una pelota sobró a Curado, y Correa aprovechó para hacerse de la pelota y volver a inflar la red. 2-0 y un panorama oscuro que se aclaró cuando al minuto, a puro empuje, Sánchez Sotelo cabeceó en el área chica para estampar el descuento.
Los minutos finales, el conjunto local presionó y fue para adelante en pos de una ilusión que nunca se concretó. Terminó siendo derrota ante un rival que con poco se llevó demasiado. Arsenal se quedó con las manos vacías en una jornada que marcó los triunfos de Huracán y Temperley. Frenó el envión obtenido en Córdoba en un momento cúlmine: a dos fechas del final, el Cele lo superó en los promedios y, de ganar, Olimpo también puede hacerlo. Hoy el Viaducto le agregó la cuota de suspenso a una definición que será no apta para cardíacos y que, como no podía ser de otra manera, promete sufrimiento hasta el final. Quedan dos finales y hay que jugarlas como tal para poder soltar ese suspiro de alivio que tanto necesitamos.
Por Martín Vassena
Enfrente, Godoy Cruz, un rival que pese a su buena campaña (en Octavos de Final de la Libertadores y expectante para ir a la Sudamericana del año próximo), trajo a Sarandí un planteo tan especulativo como eficiente ante los errores de un Arsenal que se mostró superior en el primer tiempo pero no pudo plasmarlo en el marcador.
Un remate de Corvalán de ángulo cerrado que dio en el costado del arco, otra volea desviada de Rolón en el punto del penal y finalmente un remate desde la medialuna del ex Vélez que reventó el travesaño. Todas ocasiones en las que el local pudo ponerse en ventaja. Sin embargo, la más clara de todas la tuvo el Tomba a partir de un yerro fatal de Marín que perdió la pelota en la salida y dejó sólo a Garro, al que finalmente atoraron justo antes de que pateara frente a Santillo.
El complemento arrancó con un baldazo de agua fría para el Arse, porque a los diez minutos, García picó en soledad ante una desatenta defensa y definió cruzado para poner el 1-0. Minutos después, Correa quedó mano a mano en otra jugada similar y la tiró afuera. Pese a las desatenciones del Viaducto, pudo empatar en una jugada en la que Wilchez habilitó espectacularmente a Brunetta y éste quiso perdió el balón al intentar eludir a Rey cuando podía haber tocado al punto del penal donde esperaban varios compañeros.
Esa chance desperdiciada, los de Grondona la pagaron carísimo, porque un rato más tarde, una pelota sobró a Curado, y Correa aprovechó para hacerse de la pelota y volver a inflar la red. 2-0 y un panorama oscuro que se aclaró cuando al minuto, a puro empuje, Sánchez Sotelo cabeceó en el área chica para estampar el descuento.
Los minutos finales, el conjunto local presionó y fue para adelante en pos de una ilusión que nunca se concretó. Terminó siendo derrota ante un rival que con poco se llevó demasiado. Arsenal se quedó con las manos vacías en una jornada que marcó los triunfos de Huracán y Temperley. Frenó el envión obtenido en Córdoba en un momento cúlmine: a dos fechas del final, el Cele lo superó en los promedios y, de ganar, Olimpo también puede hacerlo. Hoy el Viaducto le agregó la cuota de suspenso a una definición que será no apta para cardíacos y que, como no podía ser de otra manera, promete sufrimiento hasta el final. Quedan dos finales y hay que jugarlas como tal para poder soltar ese suspiro de alivio que tanto necesitamos.
Por Martín Vassena
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