¿Lo ganará en el escritorio?

Lanús perdió un partido increible como local ante Chapecoense y complicó su clasificación en la Conmebol Libertadores. El visitante lo ganó con un polémico gol de un jugador que estuvo mal incluido y por el cual el Grana reclamará en Conmebol.

La cerrada noche de otoño no anunciaba el mejor de los días en el sur del conurbano bonaerense, pero nadie esperaba una noche tan horrible. De esas que no se veían hace tiempo por estos lados. De entrada Lanús dominó al Chapecoense pero como en todo el 2017 no tuvo profundidad para llegar al gol.

A los 23 minutos cayó el primer baldazo de agua fría cuando Wellington Paulista de cabeza puso el 1 a 0 para Chapecoense cuando el Grana era dominador. Desde ahí Lanús no supo que hacer, incomodo, nervioso, impreciso y sin profundidad. Así se fue el primer tiempo.

Para la segunda mitad se esperaba que el Grana pise el acelerador y llegue al empate rápidamente para llevarse el triunfo. Chapecoense siguió haciendo su partido: arrojarse al suelo cada vez que Lanús avanzaba. Almirón mandó a la cancha a Germán Denis por Nicolás Aguirre, que otra vez volvió a ser uno de los puntos más bajos del equipo, para tratar de encontrar el empate.

Cuando la noche se moría, el árbitro cobró una clara mano en el área y sancionó penal para Lanús. Sand lo cambió por gol y el 1 a 1 era un alivio para ir a Uruguay. Mucho premio para una noche fea, horrible. Pero el Granate se quedó, en vez de ir a buscar el segundo volvió a reacomodarse y se perdió en el campo.

Chapecoense tiró un lateral al área, Andrada salió a cualquier parte y Luis Otavio puso el 2 a 1. Polémica enorme porque el jugador estaba sancionado y pese a las advertencias de Conmebol el equipo brasileño dispuso igual de su inclusión. Y fue final del partido.



Lanús perdió en la cancha haciendo un partido horrible, pero por esas cosas del fútbol lo puede ganar en Paraguay si los dirigentes aceleran con el reclamo por la mala inclusión del zaguero brasileño. A nadie le gusta ganar fuera del terreno de juego pero cuando no entra la pelotita hay que reclamar lo que corresponde. Esta noche seguramente fue de pesadilla, pero quizás por la mañana todo se vea más claro.

Por Leonardo García

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