Los Andes no pudo hacer pie en Campana y cayó 2-0 ante Villa Dálmine cortando así, la racha de dos victorias consecutivas.
Arrancó mejor Lomas que estreno camiseta altenativa, llegando con sus laterales, inquietando con Vombergar y buscando ser protagonista en terreno ajeno.
Emanuel Moreno contó con un par de oportunidades con un tiro libre que se fue por encima del travesaño o un remate que controló el arquero ex Brown de Adrogué, Fernando Otarola.
Ya en el complemento, los de Biggeri seguían siendo más peligrosos. Otarola le sacaba un mano a mano a Vombergar para consolidarse como la figura y, más tarde, una buena jugada entre Brítez Ojeda y Nelle terminó con un remate exigido de Bordacahar que fue contenido por el uno.
Fueron muchas las chances desperdiciadas y se temía que el Viola aprovechará una que generará para cumplir el inefable "los goles que se erran en un arco", y así fue. A los 23, Papelito Cérica encontró la pelota en una jugada poco ortodoxa y ponía un 1-0 injusto.
Le costó asimilar el golpe a el CALA, y para colmo, como dice el dicho, el que pega primero pega dos veces, y Dálmine encontraría de penal el 2-0 a los 34 tras una falta a Nuñez que Favelli convirtió en gol.
Se fue con las manos vacías de Mitre y Puccini. Una lástima por que Los Andes había jugado como para merecer algo más. Sin embargo, en el día que estrenó camiseta blanca, terminó morado del golpe que le propinó el viaje a Campana.
Texto: El Show del Sur
Fotos: Prensa Los Andes y Villa Dálmine
Arrancó mejor Lomas que estreno camiseta altenativa, llegando con sus laterales, inquietando con Vombergar y buscando ser protagonista en terreno ajeno.
Emanuel Moreno contó con un par de oportunidades con un tiro libre que se fue por encima del travesaño o un remate que controló el arquero ex Brown de Adrogué, Fernando Otarola.
Ya en el complemento, los de Biggeri seguían siendo más peligrosos. Otarola le sacaba un mano a mano a Vombergar para consolidarse como la figura y, más tarde, una buena jugada entre Brítez Ojeda y Nelle terminó con un remate exigido de Bordacahar que fue contenido por el uno.
Fueron muchas las chances desperdiciadas y se temía que el Viola aprovechará una que generará para cumplir el inefable "los goles que se erran en un arco", y así fue. A los 23, Papelito Cérica encontró la pelota en una jugada poco ortodoxa y ponía un 1-0 injusto.
Le costó asimilar el golpe a el CALA, y para colmo, como dice el dicho, el que pega primero pega dos veces, y Dálmine encontraría de penal el 2-0 a los 34 tras una falta a Nuñez que Favelli convirtió en gol.
Se fue con las manos vacías de Mitre y Puccini. Una lástima por que Los Andes había jugado como para merecer algo más. Sin embargo, en el día que estrenó camiseta blanca, terminó morado del golpe que le propinó el viaje a Campana.
Texto: El Show del Sur
Fotos: Prensa Los Andes y Villa Dálmine
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