No afloja

Racing se llevó una victoria importantísima de Junín y complicó aún más a Sarmiento en los promedios.

Si bien desde la tenencia el trámite fue bastante parejo, a la hora de contar las situaciones generadas por cada equipo Racing ganó por goleada. Pero claro, los partidos no se ganan con situaciones sino con goles, y ahí le costó muchísimo. Y no porque le haya fallado la mira a quienes llegaron a posición de gol sino porque lo de Chiarini fue sencillamente brillante. Sólo desde los guantes del arquero de Sarmiento se explica que a la Academia le haya resultado tan difícil ponerse en ventaja.

Al minuto de juego lo sufrió el Pulpito González. Después le tocó a Lautaro Martínez, a quien le ahogó el grito en varias oportunidades. Y más tarde fue el turno de Bou, el último en chocar contra las manos del ex Instituto y River. Chiarini era una pared y Racing no conseguía atravesarla. Merecía hacerlo, pero, como decíamos antes, con los merecimientos no se gana.


Se gana con goles. Con goles como los que hizo el Laucha Martínez, quien tras limpiar a dos defensores de Sarmiento con un gran movimiento definió bajo y cruzado al palo derecho del arquero para poner el 1-0 y sacarse la mufa en el festejo. Y vaya si lo hizo que unos minutos después estiró la diferencia, esta vez sacándole provecho a una gran jugada armada por los otros dos futbolistas que completaron el podio, Acuña y Bou, quienes, tal como lo vienen haciendo últimamente, demostraron estar en un nivel muy por encima del resto.

Parecía que Racing había cerrado el partido. Sin embargo, una variante de Quiroz hizo que la historia se estirara. Es que Astina, quien reemplazó a Depetris, le cambió la cara al equipo local, que a partir de su ingreso se animó más. Lamentablemente para Sarmiento el descuento llegó recién a los 41' de la segunda mitad, justamente gracias al ex Lanús, el mismo que después estrelló un remate en el travesaño. No le alcanzaron los minutos para empatarlo pero sí para darse cuenta de que si se hubieran animado antes la historia podría haber sido diferente.

Con Huevo y algo de suerte, Racing aguantó la victoria en Junín y, con los tres puntos en el bolsillo, ya empieza a pensar en Tigre, el rival del partido del fin de semana pasado que suspendido por cuestiones climáticas (el árbitro Pedro Argañaraz lo paró a los 23' del primer tiempo, cuando iban 1-1). Restan completar 67 minutos y si gana se meterá de lleno en el lote de los de arriba.

Fuente: Olé

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