A mí la lluvia no me inspira

Racing y Tigre empataban 1 a 1 en el Cilindro pero el árbitro suspendió el partido a los 23 minutos de la primera etapa por la gran cantidad de agua que cayó. Diego González abrió la cuenta ni bien empezó el encuentro y Sebastián Rincón igualó enseguida.


En el medio de un torrente de emoción, la Academia golpeó antes de que las piezas pudieran acomodarse. Apenas algo más de un minuto había pasado cuando Diego González, a la salida de una pelota parada, estampó el primero para desatar el delirio. Pero no hubo tiempo para festejar porque Tigre enseguida se recompuso y, en la primera que pudo, lastimó con contundencia: fue Sebastián Rincón el que capitalizó una mala salida defensiva para igualar la historia.
La lluvia continuó cayendo a baldes y se fue tornando cada vez más difícil jugar. Pedro Argarañaz, el árbitro, amagó con suspender pero los futbolistas le pidieron seguir. No se estiró mucho más el encuentro: el juez decidió que era contraproducente darle rienda suelta al fútbol y detuvo la cita.

Fuente: Prensa Racing

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