Perdió una final

Temperley perdió algo más que un patido ante Sarmiento en Junín. Fue derrota 2-1, con gol de Marcos Figueroa.

Así no Cele, el equipo jugó muy mal un duelo clave que podía haber sido el envión para soñar con el milagro, pero el elenco de Turdera no estuvo a la altura de lo que se jugaba.

Sarmiento fue más ante un Temperley que solo buscó defenderse. Matías Ibañez tuvo una jornada inspirada y evitó que Di Renzo o Nuñez abrieran la cuenta para el Verde.

En la única que tuvo el Gasolero, Figueroa sorprendió de tiro libre y puso el 1-0 con el que se fue el primer tiempo.

La ventaja debió impulsar al Gasolero a aprovechar los errores del rival y a manejar los tiempos del partido. Pero Teté Quiróz puso a un delantero más en cancha como Balboa, y Gustavo Álvarez metió al equipo muy atrás con el ingreso de Bojanich por Figueroa.

Nuñez de tiro libre (tras una infracción polémica) y Balboa, pusieron el 2-1 en un minuto ante una defensa desordenada, con bajos rendimientos y sin marca.

El ingreso de Cólzera no mejoró el panorama y la caída se hizo inevitable. Faltó valentía, faltó coraje, faltó corazones calientes. Faltó ser Temperley.

Si el Gasolero se va al descenso no puede ser jugando tibiamente una final, o metiendo cambios con temor. Si el Cele debe descender lo debe hacer a lo Cele, poniendo sangre, sudor y lágrimas. Garra y actitud, como marcar su ADN. Pero así, así no Cele.

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