SAN TELMO

A llorar, a la iglesia: dícese de una invitación burlona a quienes se están quejando de algo que no admite reclamos o que ya ha pasado el momento de hacerlos, se empató con Luján, no se jugó bien, no se ganó, tampoco se perdió y ahora el jueves con Cañuelas.
Los partidos ganados desde el tablón antes de jugarlos, son los más difíciles y hasta muchas veces de resultados adversos.
Los que estuvimos en la Isla, vimos como el equipo del Pato Franzoni, puso voluntad, e intentó, siempre intentó quebrar el cero, ante un rival que le complicó el partido y que le cerró los caminos para que pudiera lograrlo.
Cuando antes del minuto de juego, el sapito Galeano se perdía de manera increíble el gol, muchos nos frotamos las manos y pensamos que la empresa iba a ser fácil, más aún cuando Ruano desperdiciaba en seguida otra ocasión en un mano a mano con el uno, pero no fue así,
Luján metió mucha gente en el fondo, y le cerró todos los caminos a Telmo, e incluso en el segundo tiempo, le hizo pasar momentos de angustia, teniendo los de Walter Cataldo, dos inmejorables chances para abrir el marcador.
San Telmo no ganó un partido ante un rival en los papeles accesible, pero suma cinco sin derrotas y sin que le marquen goles, con cuatro victorias entre ellos, esta a tres de líder y en el lote de los que hoy por hoy lucharían por el segundo ascenso.

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