El “Tricolor” derrotó a Morón, recuperó su juego y sigue escalando
posiciones. En un encuentro enmarcado en la vigésimoprimera fecha del
Torneo de Primera B Metro, los dirigidos por Pablo Vicó debieron
batallar más de la cuenta para quebrar la férrea resistencia del
conjunto del oeste.
En los primeros minutos Brown salió a copar la zona media y se adueñó del balón. Con una buena circulación, impuso su fino toque y empezó a encontrar espacios en la defensa visitante que no hacía pie y sufría cuando lo atacaban por las bandas.
Con Matías Sproat inspirado en la creación de juego, el team browniano empezó a inquietar la valla custodiada por Sebastián Peratta. Tras un desborde de Brito, Juan García no llegó a conectar y la pelota se perdió al lateral. Minutos más tarde, Lemmo probó de lejos, pero su remate salió apenas desviado.
Tras el asedio inicial, Morón se acomodó mejor en el campo, cortó los circuitos de juego del local y mejoró. Ya no esperó tan atrás y, con el esférico en su poder, se lanzó en busca del primer gol del partido.
En este segmento del encuentro, fueron claves las apariciones de Martín Ríos, quién, en dos ocasiones salvó la caída del arco “Tricolor”. Primero le tapó un mano a mano a Lucas Nanía y a minutos del final, le sacó un cabezazo del ángulo a Leonel Altobelli.
En el complemento, Brown volvió a tomar las riendas del partido y pese al deterioro del campo de juego, siguió apostando a jugar por abajo. A los cuatro minutos, tras un centro desde la derecha, el recién ingresado Guillermo Esteban, de cabeza, adelantó a los de Vicó en el marcador.
El “Gallito” sintió el impacto y entró en un laberinto del que le costó varios minutos salir. Giunta recurrió al banco para tratar de torcer el resultado, pero los intentos por encarrilar a su equipo no dieron resultado.
Abusando del juego brusco y las protestas, el conjunto del oeste se transformó en un manojo de nervios. Faltando diez minutos para la finalización del encuentro, el árbitro Américo Monsalvo le sacó la segunda amarilla a Federico Domínguez y dejó a la visita con diez.
El “Trico” aprovechó la situación, rotó la bocha y evitó cualquier tipo de roce. Con el hombre de más, más la desesperación de Morón, los espacios se multiplicaron y cada avance era una amenaza latente para el arco de Peratta. Sin embargo, los delanteros no estuvieron finos y el resultado no se alteró.
Buena victoria del conjunto de Vicó que volvió a sumar en el Arandilla y si mañana Estudiantes vence al “Dragón”, se ubicará a cinco puntos de la punta. La próxima fecha recibirá a Fénix, en el inicio de la segunda ronda.
Fuente
En los primeros minutos Brown salió a copar la zona media y se adueñó del balón. Con una buena circulación, impuso su fino toque y empezó a encontrar espacios en la defensa visitante que no hacía pie y sufría cuando lo atacaban por las bandas.
Con Matías Sproat inspirado en la creación de juego, el team browniano empezó a inquietar la valla custodiada por Sebastián Peratta. Tras un desborde de Brito, Juan García no llegó a conectar y la pelota se perdió al lateral. Minutos más tarde, Lemmo probó de lejos, pero su remate salió apenas desviado.
Tras el asedio inicial, Morón se acomodó mejor en el campo, cortó los circuitos de juego del local y mejoró. Ya no esperó tan atrás y, con el esférico en su poder, se lanzó en busca del primer gol del partido.
En este segmento del encuentro, fueron claves las apariciones de Martín Ríos, quién, en dos ocasiones salvó la caída del arco “Tricolor”. Primero le tapó un mano a mano a Lucas Nanía y a minutos del final, le sacó un cabezazo del ángulo a Leonel Altobelli.
En el complemento, Brown volvió a tomar las riendas del partido y pese al deterioro del campo de juego, siguió apostando a jugar por abajo. A los cuatro minutos, tras un centro desde la derecha, el recién ingresado Guillermo Esteban, de cabeza, adelantó a los de Vicó en el marcador.
El “Gallito” sintió el impacto y entró en un laberinto del que le costó varios minutos salir. Giunta recurrió al banco para tratar de torcer el resultado, pero los intentos por encarrilar a su equipo no dieron resultado.
Abusando del juego brusco y las protestas, el conjunto del oeste se transformó en un manojo de nervios. Faltando diez minutos para la finalización del encuentro, el árbitro Américo Monsalvo le sacó la segunda amarilla a Federico Domínguez y dejó a la visita con diez.
El “Trico” aprovechó la situación, rotó la bocha y evitó cualquier tipo de roce. Con el hombre de más, más la desesperación de Morón, los espacios se multiplicaron y cada avance era una amenaza latente para el arco de Peratta. Sin embargo, los delanteros no estuvieron finos y el resultado no se alteró.
Buena victoria del conjunto de Vicó que volvió a sumar en el Arandilla y si mañana Estudiantes vence al “Dragón”, se ubicará a cinco puntos de la punta. La próxima fecha recibirá a Fénix, en el inicio de la segunda ronda.
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