¿Cómo el 1-0 puede dejarte más lleno que un asado de domingo? La
panzada remite al partidazo que hizo Los Andes. Ante un rival de la
talla de Chacarita y jugando durante 80 minutos con inferioridad
numérica. La tabla dice que sumó de a tres, pero esa definición de Luis
Zeballos vale muchísimo. Este es el camino...
Frase trillada pero cierta: el fútbol es un estado de ánimo. Y Los Andes está bien física y mentalmente. En ningún momento se sintió que jugó con un hombre de menos. Es más, pareció haber rendido mejor con 10 que con 11. En el inicio, Chacarita fue superior, manejó las riendas y el Mil Rayitas, sin volverse loco, esperó el momento justó para golpear.
Fue un partido completo. De esos que echan por tierra cualquier comentario tribunero. Lo ganó jugando bien. Y “bien” en un sentido amplio de la palabra. Supo defenderse con la pelota, manejo a la perfección las transiciones, atacó con profundidad, hizo la pausa cuando el partido lo requería. Resulta injusto elegir una figura. Los Andes fue un todo. Desde el primero hasta el último.
A veces hay que salir del yo para analizar la situación. ¿Qué veía el local en el arranque del encuentro? Que si bien el Funebrero tocaba al ritmo Manso, Gómez y Zapata no debía perder su norte. Ni siquiera cuando recibió el cachetazo por la roja a Walter García (¿no fue apresurada la decisión de Andrés Merlos?). Los Andes, tranquilo, supo por cómo entrar en partido y dejó de ser pasivo para convertirse en protagonista exclusivo de la tarde.
¿Cómo lo hizo? Aprovechando los espacios. Cada vez que Chacarita intentaba avanzar, Los Andes tenía campo abierto para responder. La espalda de los volantes centrales visitantes era una incitación al ataque. Sobre todo en la segunda mitad. Vaya uno a saber cuál fue el pensamiento Funebrero. Pero la confianza pareció excesiva.
Los Andes avisó en el primer tiempo con una escapada de Jorge Córdoba por derecha y no perdonó en el segundo. Luis Zeballos, otra vez debió pararse de lateral como sucedió ante Santamarina, recuperó en el medio, tocó a Cisterna y el 10, con un pase bochinesco dejó al 5 cara a cara con el arquero para que defina abajo y desate la fiesta en el Gallardón. Golazo, señores. Muy merecido.
Y si hablamos de merecimientos, el Rojo mereció más. Porque después del gol siguió con el repertorio y si no logró el segundo fue por esas cosas que tiene el fútbol. Lo tuvo Noriega, también Olivares, pero la jugada más peligrosa estuvo en los pies de Matías Rodríguez y quedó en las manos de Maxi Gagliardo.
El Mil Rayitas ganó, jugó al “fútbol” (algo que casi no abunda en estos tiempos) y ese deseo de Nardozza y compañía de “acostumbrarse a las victorias” es más real que nunca. Acá está Los Andes y no es poca cosa...
SINTESIS
Los Andes (1): Maximiliano Gagliardo; Walter García, Maximiliano García, Juan Pablo Segovia, Maximiliano Barreiro; Diego Galeano (ST 14` Juan Manuel Olivares), Fernando Lorefice, Luis Zeballos, Diego Cisterna (ST 43` Alejandro García); Jorge Córdoba (ST 34`Mauro) y Alejandro Noriega. Suplentes: Matías Garavano, Fernando Gutiérrez, Ricardo Vera y Diego Figueroa. DT: Fabián Nardozza.
Chacarita (0): César Taborda; Maximiliano Paredes, Gonzalo Rocaniere, Julián Fernández, Zelmar García (ST 21` Cristian Milla); Miguel Mellado, Víctor Zapata, Ricardo Gómez (ST 14` Matías Rodríguez); Damián Manso; Rodrigo Aliendro (ST 31` Matías Sánchez) y Cristian Bordacaha. Suplentes: Gonzalo Carniel, Brian Ortiz, Matías Nizzo y Elías Zapata. DT: Anibal Biggeri.
Gol: ST 9` Zeballos (LA).
Amonestados: Gagliardo y Maxi García (LA); Mellado (CH).
Expulsado: PT 9` Walter García (LA).
Arbitro: Andrés Merlos
Asistentes: Nicolás Bravo y Hugo Páez.
Cuarto Arbitro: Ariel Penel.
Fuente
El Gol
Foto Máximo Palamara
Frase trillada pero cierta: el fútbol es un estado de ánimo. Y Los Andes está bien física y mentalmente. En ningún momento se sintió que jugó con un hombre de menos. Es más, pareció haber rendido mejor con 10 que con 11. En el inicio, Chacarita fue superior, manejó las riendas y el Mil Rayitas, sin volverse loco, esperó el momento justó para golpear.
Fue un partido completo. De esos que echan por tierra cualquier comentario tribunero. Lo ganó jugando bien. Y “bien” en un sentido amplio de la palabra. Supo defenderse con la pelota, manejo a la perfección las transiciones, atacó con profundidad, hizo la pausa cuando el partido lo requería. Resulta injusto elegir una figura. Los Andes fue un todo. Desde el primero hasta el último.
A veces hay que salir del yo para analizar la situación. ¿Qué veía el local en el arranque del encuentro? Que si bien el Funebrero tocaba al ritmo Manso, Gómez y Zapata no debía perder su norte. Ni siquiera cuando recibió el cachetazo por la roja a Walter García (¿no fue apresurada la decisión de Andrés Merlos?). Los Andes, tranquilo, supo por cómo entrar en partido y dejó de ser pasivo para convertirse en protagonista exclusivo de la tarde.
¿Cómo lo hizo? Aprovechando los espacios. Cada vez que Chacarita intentaba avanzar, Los Andes tenía campo abierto para responder. La espalda de los volantes centrales visitantes era una incitación al ataque. Sobre todo en la segunda mitad. Vaya uno a saber cuál fue el pensamiento Funebrero. Pero la confianza pareció excesiva.
Los Andes avisó en el primer tiempo con una escapada de Jorge Córdoba por derecha y no perdonó en el segundo. Luis Zeballos, otra vez debió pararse de lateral como sucedió ante Santamarina, recuperó en el medio, tocó a Cisterna y el 10, con un pase bochinesco dejó al 5 cara a cara con el arquero para que defina abajo y desate la fiesta en el Gallardón. Golazo, señores. Muy merecido.
Y si hablamos de merecimientos, el Rojo mereció más. Porque después del gol siguió con el repertorio y si no logró el segundo fue por esas cosas que tiene el fútbol. Lo tuvo Noriega, también Olivares, pero la jugada más peligrosa estuvo en los pies de Matías Rodríguez y quedó en las manos de Maxi Gagliardo.
El Mil Rayitas ganó, jugó al “fútbol” (algo que casi no abunda en estos tiempos) y ese deseo de Nardozza y compañía de “acostumbrarse a las victorias” es más real que nunca. Acá está Los Andes y no es poca cosa...
SINTESIS
Los Andes (1): Maximiliano Gagliardo; Walter García, Maximiliano García, Juan Pablo Segovia, Maximiliano Barreiro; Diego Galeano (ST 14` Juan Manuel Olivares), Fernando Lorefice, Luis Zeballos, Diego Cisterna (ST 43` Alejandro García); Jorge Córdoba (ST 34`Mauro) y Alejandro Noriega. Suplentes: Matías Garavano, Fernando Gutiérrez, Ricardo Vera y Diego Figueroa. DT: Fabián Nardozza.
Chacarita (0): César Taborda; Maximiliano Paredes, Gonzalo Rocaniere, Julián Fernández, Zelmar García (ST 21` Cristian Milla); Miguel Mellado, Víctor Zapata, Ricardo Gómez (ST 14` Matías Rodríguez); Damián Manso; Rodrigo Aliendro (ST 31` Matías Sánchez) y Cristian Bordacaha. Suplentes: Gonzalo Carniel, Brian Ortiz, Matías Nizzo y Elías Zapata. DT: Anibal Biggeri.
Gol: ST 9` Zeballos (LA).
Amonestados: Gagliardo y Maxi García (LA); Mellado (CH).
Expulsado: PT 9` Walter García (LA).
Arbitro: Andrés Merlos
Asistentes: Nicolás Bravo y Hugo Páez.
Cuarto Arbitro: Ariel Penel.
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El Gol
Foto Máximo Palamara
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