Quilmes perdió esta noche como local por 1 a 0 ante Racing Club, por
la decimosexta fecha del Campeonato 2014 de Primera División. El equipo
de Pablo Quattrocchi no hizo un mal partido, en el primer tiempo fue más
que su rival, generó varias situaciones y hasta falló un penal. En la
segunda etapa el juego se emparejó hasta que la visita se quedó con
diez. Ahí El Cervecero tuvo varios contraataques mano a mano como para
ponerse en ventaja, pero no lo supo aprovechar. Más tarde quedaron diez
contra diez e inmediatamente la visita convirtió. Después no hubo tiempo
para el empate. Otra derrota durísima e injusta.
La semana había sido dura por el golpe anímico que había significado la derrota en Bahía Blanca. Sin embargo, ante un rival que pelea el torneo como Racing, Quilmes se mostró entero, protagonista, y superaba a su adversario, al menos en la primera etapa. Pero no aprovechó su momento cuando tuvo para golpearlo, y lo terminó perdiendo sobre la hora. El encuentro comenzó con Quilmes yendo a buscar, y al minuto llegó claro. Adrián Fernández paró la pelota de pecho, le dio de aire desde muy lejos y el arquero Sebastián Saja la manoteó por arriba del travesaño. El Cervecero tenía un poco más la pelota pero no era claro en ataque, aunque jugaba en campo rival, mientras la visita esperaba. A los 22 volvió a llegar Quilmes, con un remate de afuera de Nicolás Cabrera, y la pelota se fue apenas arriba. El Cervecero dominaba y era más, desde los cortes de Rodrigo Braña en el medio, manejaba el juego en campo rival pero le faltaba acertar en los últimos metros. Racing llegó recién a los 32, con un contraataque, Gustavo Bou quedó mano a mano, definió cruzado y la pelota se fue apenas afuera. Quilmes contestó al minuto, con un remate por arriba del paraguayo Fernández. Y a los 41 minutos, en la siguiente que tuvo, se escapó Brian Sarmiento, tocó al medio a Sebastián Romero, lo bajó de atrás Yonathan Cabral y el juez dio penal. Le dio Sebastián Martínez y lo atajó Saja. La última fue para la visita, con un disparo cruzado de Bou que se fue cerca. El árbitro pitó el final y la primera etapa se fue con un empate que bien pudo ser triunfo para Quilmes, por manejo y situaciones generadas.
Lo pudo ganar y lo terminó perdiendo
En la segunda mitad, Nicolás López entró por Sebastián Romero, que se quedó en el banco lesionado. “Enqui” fue a la izquierda, Zacaría fue al doble cinco con Braña y el equipo se paró 4-4-2. A los 2 minutos llegó la visita, cuando Adrián Centurión quedó mano a mano, fusiló a Walter Benítez pero el arquero mandó la pelota al corner. A los 6, otra de Centurión, que le dio de afuera y volvió a tapar Walter Benítez abajo. Pero a los 11 contestó Quilmes, con un remate de aire de Sarmiento, y la pelota se fue muy cerca. Con el correr de los minutos, Racing empezó a manejar la pelota y a meterse en campo cervecero, y además, a llegar. Primero cuando Aued metió un buen cabezazo y tapó Walter Benítez. Después, cuando Centurión se metió al área, definió cruzado y volvió a tapar el arquero. Y a los 17, el que cabeceó fue Yonathan Cabral, y de nuevo tapó Benítez. A los 20 se fue Joel Carli lesionado y lo reemplazó Lucas Suárez. Y a los 29 se fue expulsado Cabral en la visita por segunda amonestación. Quilmes empezaba a crecer con un hombre de más y volvía a dominar, aunque desperdiciaba los espacios que dejaba un Racing que aún iba. Pero a los 40, el que se fue expulsado fue Alan Alegre, también por dos amarillas. Y de ese tiro libre, le dio muy fuerte Gustavo Bou, no pudo taparla Walter Benítez por la violencia del remate y fue el 1 a 0. Entró Gonzalo Klusener a los 44 en lugar de Zacaría jugándose todo por el todo, y a los 45 metió un cabezazo que se fue muy cerca. En los minutos finales Quilmes fue a buscarlo con todo, metió a Racing contra su arco pero no pudo generar peligro y el partido se fue en derrota.
Otro golpe más
Una vez más a Quilmes se le escapó un partido que no mereció perder. Fue más en el primer tiempo, cuando dominó, tuvo más situaciones y falló un penal. Y en el segundo tiempo sufrió un poco hasta que Racing se quedó con uno menos, ahí, si bien la visita siguió atacando, Quilmes tuvo varios contraataques que no aprovechó. Racing encontró el gol de tiro libre a cuatro del final y después no le alcanzó el tiempo para empatarlo. El Cervecero volvió a perder un partido en el que, de mínima, mereció empatar. Otro golpe duro al ánimo y a la confianza. Y van…
Fuente
La semana había sido dura por el golpe anímico que había significado la derrota en Bahía Blanca. Sin embargo, ante un rival que pelea el torneo como Racing, Quilmes se mostró entero, protagonista, y superaba a su adversario, al menos en la primera etapa. Pero no aprovechó su momento cuando tuvo para golpearlo, y lo terminó perdiendo sobre la hora. El encuentro comenzó con Quilmes yendo a buscar, y al minuto llegó claro. Adrián Fernández paró la pelota de pecho, le dio de aire desde muy lejos y el arquero Sebastián Saja la manoteó por arriba del travesaño. El Cervecero tenía un poco más la pelota pero no era claro en ataque, aunque jugaba en campo rival, mientras la visita esperaba. A los 22 volvió a llegar Quilmes, con un remate de afuera de Nicolás Cabrera, y la pelota se fue apenas arriba. El Cervecero dominaba y era más, desde los cortes de Rodrigo Braña en el medio, manejaba el juego en campo rival pero le faltaba acertar en los últimos metros. Racing llegó recién a los 32, con un contraataque, Gustavo Bou quedó mano a mano, definió cruzado y la pelota se fue apenas afuera. Quilmes contestó al minuto, con un remate por arriba del paraguayo Fernández. Y a los 41 minutos, en la siguiente que tuvo, se escapó Brian Sarmiento, tocó al medio a Sebastián Romero, lo bajó de atrás Yonathan Cabral y el juez dio penal. Le dio Sebastián Martínez y lo atajó Saja. La última fue para la visita, con un disparo cruzado de Bou que se fue cerca. El árbitro pitó el final y la primera etapa se fue con un empate que bien pudo ser triunfo para Quilmes, por manejo y situaciones generadas.
Lo pudo ganar y lo terminó perdiendo
En la segunda mitad, Nicolás López entró por Sebastián Romero, que se quedó en el banco lesionado. “Enqui” fue a la izquierda, Zacaría fue al doble cinco con Braña y el equipo se paró 4-4-2. A los 2 minutos llegó la visita, cuando Adrián Centurión quedó mano a mano, fusiló a Walter Benítez pero el arquero mandó la pelota al corner. A los 6, otra de Centurión, que le dio de afuera y volvió a tapar Walter Benítez abajo. Pero a los 11 contestó Quilmes, con un remate de aire de Sarmiento, y la pelota se fue muy cerca. Con el correr de los minutos, Racing empezó a manejar la pelota y a meterse en campo cervecero, y además, a llegar. Primero cuando Aued metió un buen cabezazo y tapó Walter Benítez. Después, cuando Centurión se metió al área, definió cruzado y volvió a tapar el arquero. Y a los 17, el que cabeceó fue Yonathan Cabral, y de nuevo tapó Benítez. A los 20 se fue Joel Carli lesionado y lo reemplazó Lucas Suárez. Y a los 29 se fue expulsado Cabral en la visita por segunda amonestación. Quilmes empezaba a crecer con un hombre de más y volvía a dominar, aunque desperdiciaba los espacios que dejaba un Racing que aún iba. Pero a los 40, el que se fue expulsado fue Alan Alegre, también por dos amarillas. Y de ese tiro libre, le dio muy fuerte Gustavo Bou, no pudo taparla Walter Benítez por la violencia del remate y fue el 1 a 0. Entró Gonzalo Klusener a los 44 en lugar de Zacaría jugándose todo por el todo, y a los 45 metió un cabezazo que se fue muy cerca. En los minutos finales Quilmes fue a buscarlo con todo, metió a Racing contra su arco pero no pudo generar peligro y el partido se fue en derrota.
Otro golpe más
Una vez más a Quilmes se le escapó un partido que no mereció perder. Fue más en el primer tiempo, cuando dominó, tuvo más situaciones y falló un penal. Y en el segundo tiempo sufrió un poco hasta que Racing se quedó con uno menos, ahí, si bien la visita siguió atacando, Quilmes tuvo varios contraataques que no aprovechó. Racing encontró el gol de tiro libre a cuatro del final y después no le alcanzó el tiempo para empatarlo. El Cervecero volvió a perder un partido en el que, de mínima, mereció empatar. Otro golpe duro al ánimo y a la confianza. Y van…
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