No era un partido más. Prueba de fuego. El resultado de hoy
condicionaba. La eliminación temprana de la Copa Sudamericana era mucho
más que un condicionante. Así se preparaba Lanús para recibir a San
Lorenzo.
Equipo super ofensivo para Guillermo. Con Pasquini de lateral y Váldez Chamorro como volante, sumado al tridente ofensivo: Romero-Acosta-Silva. Los primeros 20 minutos fueron lo mejor de Lanús en el Torneo. Presión, precisión, verticalidad, juego asociado. Punzante el Chino. Muy bien el Pulpo en la recuperación. Pasquini más que aprobado como lateral. Y lo que siempre marcamos, por lo menos desde este lugar, lo importante que es el Laucha Acosta. Lanús es un equipo con él y otro sin él. Contagia. Presiona. Juega. Rompe líneas. Es el jugador hincha.
Y tanto ir, llego el primer gol. Tremenda jugada de Silvio Romero, quién con un pase dejo en el área chica a Lautaro Acosta. Con una definición precisa que paso entre las piernas de Torrico, puso el 1 a 0 a favor del Grana. Pudo haberlo liquidado el Grana. Lo pudo haber empatado el equipo carente de Barrio, pero el gigante Marchesín tuvo la atajada del año. Impresionante reflejo de piernas para evitar la caída de su valla.
Había que ganar y se ganó. No importaba cómo. La primera media hora invita a soñar. Ese es el Lanús que queremos. El que nos llevó a lo más alto el segundo semestre del año pasado. El equipo está vivo. La ilusión intacta. De acá al final, River va a perder puntos. Lanús tiene que hacer lo suyo: seguir ganando. La confianza es clave. La Copa ya quedo atras. El objetivo es volver a tocar el cielo con las manos el Domingo 7 de Diciembre. A eso vamos. Rumbo a la Gloria.
No queremos finalizar la nota sin hacer mención a los lamentables hechos que ocurrieron en el palco visitante. Como en el Inicial 2013, la violencia volvió a decir presente. Otra vez el mismo rival. Otra vez las mismas personas. Dirigentes (¿dirigentes?) de San Lorenzo rompieron los vidrios del palco que el Club le da a la entidad visitante. Una vergüenza.
Fuente
El Gol
Equipo super ofensivo para Guillermo. Con Pasquini de lateral y Váldez Chamorro como volante, sumado al tridente ofensivo: Romero-Acosta-Silva. Los primeros 20 minutos fueron lo mejor de Lanús en el Torneo. Presión, precisión, verticalidad, juego asociado. Punzante el Chino. Muy bien el Pulpo en la recuperación. Pasquini más que aprobado como lateral. Y lo que siempre marcamos, por lo menos desde este lugar, lo importante que es el Laucha Acosta. Lanús es un equipo con él y otro sin él. Contagia. Presiona. Juega. Rompe líneas. Es el jugador hincha.
Y tanto ir, llego el primer gol. Tremenda jugada de Silvio Romero, quién con un pase dejo en el área chica a Lautaro Acosta. Con una definición precisa que paso entre las piernas de Torrico, puso el 1 a 0 a favor del Grana. Pudo haberlo liquidado el Grana. Lo pudo haber empatado el equipo carente de Barrio, pero el gigante Marchesín tuvo la atajada del año. Impresionante reflejo de piernas para evitar la caída de su valla.
Había que ganar y se ganó. No importaba cómo. La primera media hora invita a soñar. Ese es el Lanús que queremos. El que nos llevó a lo más alto el segundo semestre del año pasado. El equipo está vivo. La ilusión intacta. De acá al final, River va a perder puntos. Lanús tiene que hacer lo suyo: seguir ganando. La confianza es clave. La Copa ya quedo atras. El objetivo es volver a tocar el cielo con las manos el Domingo 7 de Diciembre. A eso vamos. Rumbo a la Gloria.
No queremos finalizar la nota sin hacer mención a los lamentables hechos que ocurrieron en el palco visitante. Como en el Inicial 2013, la violencia volvió a decir presente. Otra vez el mismo rival. Otra vez las mismas personas. Dirigentes (¿dirigentes?) de San Lorenzo rompieron los vidrios del palco que el Club le da a la entidad visitante. Una vergüenza.
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El Gol
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